TURISMO RURAL. CASA LARRIERO DE OLSÓN

martes, 25 de agosto de 2015

Los judíos de Montclús-Monclús en el año 1320


 

Monclús o Montclús fue una pequeña villa ubicada en la actual comarca de Sobrarbe, próxima al río Cinca, en su margen izquierda, cerca del pueblo inundado de Mediano. El Concejo o “municipio” de Monclús, en época medieval, englobaba las localidades de Monclús, Mediano, Plampalacios y Arasanz.

No se sabe si en Monclús hubo judíos entre los siglos I y XI. Sí hay constancia documental de una aljama judía en esta localidad desde el siglo XII hasta mediados del siglo XIV. Se estima que en Monclús hubo una población judía que rondaría las 100-150 personas, distribuidas en una treintena de casas. Disponían de sinagoga y cementerio propio. En el año 1306 cuatro familias judías, expulsadas de Francia, fueron admitidas en Monclús.

A principios del año 1320 los judíos de Monclús desarrollaban una intensa actividad económica, ejerciendo de prestamistas buena parte de ellos. La presencia de dos notarios en el pueblo da una idea de su importancia. Podríamos decir que el pueblo de Monclús era el centro bancario de Sobrarbe, el equivalente a la actual Aínsa. Los prestamistas, independientemente de su religión, siempre fueron odiados y a su vez envidiados.

En ese mismo año de 1320 un “ejército” de los autodenominados pastorells, se había formado en el sur de la actual Francia. Los pastorells eran cruzados, cristianos, la mayoría de ellos miserables y andrajosos, aunque también había clérigos y otras personas de mejor nivel social. Iban armados de cuchillos, lanzas, espadas y adargas. Eran muy fanáticos, creyéndose dignos sucesores de los pastorcillos que adoraron a Jesús de Nazaret cuando nació en Belén. Creían que los “infieles” tenían que bautizarse y ser cristianos, de lo contrario eran enemigos y había que matarlos.

Por las tierras francesas se corrió la voz que el infante Alfonso de Aragón, primogénito del Rey Jaime II, se preparaba para salir en campaña contra los moros del reino de Granada, que amenazaban invadir el reino de Valencia. Varios miles de pastorells cruzaron el Pirineo para acudir a la lucha contra los “infieles”, y de paso ganar su pan y su botín. La campaña para rechazar la invasión de los moros de Granada se canceló antes de finalizar el mes de junio, pero esto no lo sabían los pastorells, los cuales entraron en territorio aragonés a principios del mes de julio, por los puertos del Pirineo, por uno o varios sitios que no están determinados. Se concentraron en Aínsa. El jueves 3 de julio, los pastorells, ayudados por diversos vecinos del país, asediaron Monclús y procedieron al asesinato de la mayor parte de los judíos, saqueando la judería.

Hay constancia documental del asesinato de 35 personas. Realmente fueron bastantes más los fallecidos. Hubo 10 personas judías que se convirtieron al cristianismo, bautizándose, siendo cuatro adultas (tres hombres y una mujer). 17 judíos consiguieron sobrevivir sin cambiar de religión (éstos posiblemente marcharían monte a través o se resguardarían en la vivienda de algún cristiano amigo. También es posible que algunos estuvieran de viaje cuando sucedió la tragedia).

He elaborado una tabla o listado con los judíos documentados que vivieron en Montclús. He intentado ordenar los datos por familias. Cada fila de la tabla termina con una letra clave (M=judío muerto, J=Judío vivo que sigue con su religión, C=Judío convertido al cristianismo, para no morir).
Los judíos conversos acabaron cambiando de nombre y apellido. Los apellidos Monclús, Morcat, Pérez y Montalt fueron adoptados por judíos conversos. Por tanto, cabe la posibilidad de que las personas de Sobrarbe que en la actualidad tengan entre sus antepasados algunos de estos apellidos estén emparentadas en la lejanía con los judíos conversos.
Hubo familias en las que murieron todos sus miembros. Otras corrieron mejor suerte. No todos los judíos asesinados aparecen en el listado. Quizá sí estén todos los herederos, cuyos bienes fueron reclamados por sus parientes más cercanos. Se observa que en Monclús hubo mucha diversidad de apellidos judíos lo que indica que la consanguinidad no era elevada. Tenían relación de parentesco con otros judíos de las provincias de Huesca y Lérida: Albalate de Cinca, Barbastro, Golmés…
Una vez cometidas sus atrocidades en Monclús, los pastorells se dirigieron a Barbastro, cruzando la sierra de Arbe y saqueando en Naval la morería, sin matar a ningún musulmán puesto que éstos se cobijaron en el castillo. Los bienes robados en Monclús fueron mal vendidos en diversas localidades como Barbastro, Naval o Aínsa. Según declaraciones de testigos, en Barbastro 17 hombres y 8 mujeres compraron objetos saqueados en Montclús. La mayoría de piezas puestas a la venta por los pastorells eran enseres personales como prendas de vestir (sayuelas, tabardos, tabardillos, túnicas, velos, espalderas, correas de ceñir, vestidos) y alhajas: anillos de oro y plata, frontaleras o coronas de plata y de perlas, pulseras de plata, botones de perlas, limosnera etc. En Naval el prior compró bienes que eran de Bonafós Gallipapa y su esposa: una taza de plata, un mortero de cobre, ropas y otros bienes que después tuvo que devolver. Diversos objetos de oro y plata fueron vendidos a un platero de Lérida. La pieza de mayor valor, robada a los judíos, era la corona de la Torá que debía ser de plata; se indagó mucho para intentar saber su paradero, sin resultados positivos.
A los pastorells no se les permitió entrar en Barbastro, tuvieron que acampar a las afueras. Sí se les posibilitó la entrada de pequeños grupos que compraron alimentos y vendieron objetos saqueados. Allí se les informó que se había desconvocado la campaña de Granada, por lo que decidieron volver a su país, dispersándose, siendo perseguidos por las huestes de las sobrejunterías según se había ordenado desde la Corona. La represión contra los pastorells y sus colaboradores fue dura.  El día 28 de julio se citó en calidad de inculpados por colaboracionistas con los pastorells a 26 hombres de Aínsa, 10 de Puértolas, 6 de Boltaña, 4 de Monclús (dos de ellos notarios), 4 de Olsón, 3 de Silves, 3 de Sieste, 2 de Espierlo, 2 de Ascaso y 1 de Troncedo. También fueron citados los distintos cargos relacionados con la sobrejuntería de Aínsa y el castillo de Monclús. Muchos de ellos tuvieron que pagar fuertes multas. Algunos marcharon a Francia y se les embargó sus bienes. Algunos de los inculpados fueron ejecutados. Los que eran más ricos salieron mejor librados. Los vecinos de los pueblos próximos a Monclús fueron multados de forma colectiva por los homicidios que se habían perpetrado y por no acudir a la convocatoria de los sobrejunteros para perseguir a los pastorells.
Al final casi todos salieron mal librados por la masacre de Monclús. Esta masacre supuso el principio del fin del pueblo. A pesar de los incentivos dados por el rey para que los judíos permanecieran en Monclús, éstos optaron por marchar a mediados del siglo XIV.
En el último tercio del siglo XV el núcleo de Monclús estaba prácticamente deshabitado, aunque su iglesia seguía teniendo importancia. Los cristianos también acabaron marchando, siendo la localidad de Mediano la que pasó a ostentar la capitalidad del concejo y la cabecera de la Baronía de Monclús.
 
Bibliografía y documentación:
·      Archivo Histórico Provincial de Huesca, protocolo notarial nº 3181, p 36.
·      RIERA Y SANS, J.,  Fam y fe. L´Entrada dels pastorells (juliol de 1320), Pagés editores, Lleida, 2004.
·      RIERA Y SANS, J., Los Pastorells en Barbastro (julio de 1320), en “Aragón en la Edad Media” nº18, pp 299-335, Zaragoza, 2004
 
 

lunes, 17 de agosto de 2015

Pedregadas históricas (I)


Hoy comienza un nuevo apartado en este blog, relacionado con los desastres motivados por el granizo de tamaño grueso, popularmente conocidos como pedregadas. En la actualidad está de moda el cambio climático y el afirmar que los fenómenos meteorológicos extremos son más abundantes que en el pasado.

Los políticos, arquitectos e ingenieros lo tienen fácil. Cuando se produce un desastre natural provocado por una riada argumentan que la culpa es del cambio climático o que el cauce del río está con mucha vegetación. Nunca asumen responsabilidades. Es una barbaridad permitir nuevas construcciones en las llanuras de inundación de ríos y barrancos, o en abanicos aluviales activos. Tarde o temprano se va a producir una inundación en estas zonas. No podemos dominar la naturaleza a nuestro antojo; el atrevimiento se acaba pagando.
Personalmente pienso que no ha habido un incremento de los fenómenos meteorológicos adversos, ni siquiera ha aumentado su virulencia. Para realizar esta afirmación me baso en los datos históricos registrados en la comarca de Sobrarbe. A lo largo de sucesivas entregas iremos viendo algunas catástrofes naturales que en su día provocaron graves afecciones sobre la economía familiar de las gentes de este país.
En Sobrarbe hubo unas lluvias excepcionales en el último tercio del siglo XVIII. Fueron tan destacadas que incluso cambiaron la fisonomía del paisaje. En cuanto a pedregadas, en el año 1791 el cura de Araguás y El Pueyo afirmó:
Ningún perjuicio, gracias a Dios, sufren estos feligreses de El Pueyo y Araguás en lo espiritual, pero en lo temporal padecen mucha indigencia porque de muchos tiempos a esta parte son pocos los años que no experimentan furiosas granizadas que los tienen abrumados y consumidos. De no ser así serían los más dichosos en lo temporal, por ser una gente lo más aplicada al trabajo y de la mejor conducta
En Mipanas también se registraron importantes pedregadas en el siglo XVIII:
El rector Cuello dejo escrito: “El día 22 de setiembre del año 1739, por la noche, cayó una horrorosa pedriada, que causó muy notable daño en huertas, olibas y ubas. Empezó antes de Mipanas y prosiguió más adelante, no sé hasta dónde”.

El rector Martín Cano anotó: “El día primero de septiembre del año 1771 cayó otra pedriada por la noche y peló los árboles y demás. Abarcó todo el monte, desde la cruz del camino de Paúl... Se encontraron bajo los árboles y matas, y trajeron los hombres a docenas, pájaros, perdices, perdiganas, conejos y otros animales. Se recolectaron luego las ubas chafadas, las olibas....”

Continuará.

martes, 11 de agosto de 2015

ECOS PROVINCIALES. LAMATA. Las fiestas


 
En “EL DIARIO DE HUESCA” fue publicado en el año 1935 un curioso artículo referente a las fiestas en la localidad de Lamata. Los tiempos van cambiando a un ritmo acelerado, incluso en la forma de ser y pensar de la sociedad. Lo que era políticamente correcto en 1935 ya no lo es en el 2015. Ha habido cambios positivos y negativos. Ya me gustaría que en la actualidad Lamata y los pueblos de alrededor tuvieran la vitalidad de 1935. A continuación publico el contenido del citado artículo:
 
Día del Rosario. Tiempo inmejorable; fuerte volteo de campanas se oye: es la víspera anunciando este gran día en que Lamata celebra sus fiestas. Llega la música y, anochecido, un alborozo callejero se apodera de todo el pueblo, cantándose jotas alusivas al acto.
El día 6 se celebran, por la mañana, solemnes actos religiosos, en los que ofició don Jaime Puicercús, culto párroco de Ligüerri del Cinca, por ausencia de nuestro párroco don Tomás Lorés, quien tan pronto como pudo vino a dar realce a los actos festivos con su característica simpatía.
Apenas terminados estos actos, este rincón de Aragón y flor de Sobrarbe, se ve invadido por numeroso gentío de pueblos cercanos, envuelto en una alegría y dispuesto a agrandar con su presencia los festejos.
Estos han sido múltiples y variados, pues ha habido para todos los gustos, reinando en todo momento una armonía y cordura.
La juventud no pudo inhibirse (imposible), ante los gratos y variadísimos bailables que, bajo los acordes de la música que interpretaba la renombrada orquesta de Naval, que tan acertadamente dirige don Sebastián Villar, se le brindaba. Diarias y nocturnas fueron las sesiones de culto a Terpsícore, derrochando alegría en extremo, ya que a ello invitaban la belleza y simpatía de Consuelo Olivera, de Suelbes; Gabina Buil, de Hospitalet; Mercedes Clemente, de Castejón de Sobrarbe; María Juste, de Ligüerri; María Casares, de Erípol; María Raso, Águeda y Pilar Clemente, Pilar Bistué, Asunción Rámiz, Carmen Solanilla, María Puyarruego, Ascensión Solano, de Lamata, y hermanas Pilar, Rosalía y Ángela Pardina, que por enfermedad de su querido padre, ya mejorado, no pudieron participar, con mucho sentimiento del sexo fuerte, en estos actos.
Muy grato nos es haber podido presenciar a Lamata en fiestas, ya que ha quedado bien probado su desprendimiento con quien le visita y la simpatía que le caracteriza.
 
SANTOS BOÓ, 12-10-1935

miércoles, 5 de agosto de 2015

Un viejo espantabrujas en Arcusa


 
Antiguamente la superstición en el Alto Aragón alcanzó cotas difíciles de imaginar hoy en día. Se creía que las brujas podían entrar en las casas por la chimenea. Es por ello que las chimeneas antiguas, que eran cilíndricas o troncocónicas, estaban rematadas muchas veces con un rostro fiero para que espantara las brujas y evitara su entrada; de ahí surge el nombre de espantabrujas. En el último tercio del siglo XX se puso de moda poner de nuevo estos monigotes coronando la chimenea o chaminera. Es difícil ver viejos espantabrujas; éste de Arcusa es un buen ejemplar que por su fiereza a buen seguro espantaba bien las brujas.
 

 

domingo, 2 de agosto de 2015

Datos históricos y genealógicos del pueblo de Suelves


En el año 1790 había 15 casas habitadas, de las cuales 8 tenían plenos derechos. Vivían en el pueblo 118 personas. Se producía trigo, avena, carrón, vino, aceite, mijo, judías... Había ganado, tanto de lana como de pelo, en total 700 cabezas. La mayor parte de los vecinos se dedicaba a la agricultura.

En 1790 había una iglesia vieja cuyo patrón era San Saturnino, estando el cementerio junto a ella. La antigua parroquial fue sustituida por otra iglesia en el siglo XVI, en diferente ubicación, dedicada a San Salvador.

En el año 1862 el pueblo estaba en pleno apogeo, habiendo 16 casas.

Propietarios en  SUELVES, AÑO 1862
Riqueza
1
Pablo Cereza
2075.99
2
Vda. de D. Alberto de Suelves
 204.16
3
Juan Carruesco
1189.95
4
Isidro Lascorz
1358.68
5
Francisco Olivera
1340.31
6
Bernardino Lascorz
1007.12
7
Domingo Barbanoj
1108.50
8
Juan Aº Cereza
4116.00
9
José Lascorz
622.12
10
José Ubiergo
1271.84
11
Rafael Lascorz
1455.25
12
Cosme Franco
177.89
13
Francisco Sampietro
296.07
14
Antonio Loriente
942.04
15
José Robiella
1177.97
16
Lorenzo Arasanz
2156.22

En el año 1959 estaban habitadas las casas de Romeu, Lamorera, Arcas, Cereza, Coronas, El Cojo, Herrero, Lucas, Broto, Carruesco y Lascorz.

Respecto a las familias de Suelves, algunos datos he ido encontrando en diversos archivos. Se trata de las familias Carruesco, Cereza, Puicercus, Romeo-Arasanz y Ubiergo. Los apellidos no siempre se escribieron de la misma manera. Por ejemplo Cereza es lo mismo que Ceressa, Zereza; Puicercus es lo mismo que Puicercús y Puycercus; y Romeu es lo mismo que Romeo. Estas familias tenían muchos lazos de parentesco con otras casas de Sobrarbe, de los pueblos del otro lado de la sierra: Olsón, Lamata, Arcusa, Abizanda, Castejón, Ligüerre de Cinca, Samitier etc. Estos son los datos resumidos: