No se sabe si en Monclús hubo judíos entre los siglos I y XI. Sí hay constancia documental de una aljama judía en esta localidad desde el siglo XII hasta mediados del siglo XIV. Se estima que en Monclús hubo una población judía que rondaría las 100-150 personas, distribuidas en una treintena de casas. Disponían de sinagoga y cementerio propio. En el año 1306 cuatro familias judías, expulsadas de Francia, fueron admitidas en Monclús.
A principios del año 1320 los judíos de Monclús desarrollaban una intensa actividad económica, ejerciendo de prestamistas buena parte de ellos. La presencia de dos notarios en el pueblo da una idea de su importancia. Podríamos decir que el pueblo de Monclús era el centro bancario de Sobrarbe, el equivalente a la actual Aínsa. Los prestamistas, independientemente de su religión, siempre fueron odiados y a su vez envidiados.
En ese mismo año de 1320 un “ejército” de los autodenominados pastorells, se había formado en el sur de la actual Francia. Los pastorells eran cruzados, cristianos, la mayoría de ellos miserables y andrajosos, aunque también había clérigos y otras personas de mejor nivel social. Iban armados de cuchillos, lanzas, espadas y adargas. Eran muy fanáticos, creyéndose dignos sucesores de los pastorcillos que adoraron a Jesús de Nazaret cuando nació en Belén. Creían que los “infieles” tenían que bautizarse y ser cristianos, de lo contrario eran enemigos y había que matarlos.
Por las tierras francesas se corrió la voz que el infante Alfonso de Aragón, primogénito del Rey Jaime II, se preparaba para salir en campaña contra los moros del reino de Granada, que amenazaban invadir el reino de Valencia. Varios miles de pastorells cruzaron el Pirineo para acudir a la lucha contra los “infieles”, y de paso ganar su pan y su botín. La campaña para rechazar la invasión de los moros de Granada se canceló antes de finalizar el mes de junio, pero esto no lo sabían los pastorells, los cuales entraron en territorio aragonés a principios del mes de julio, por los puertos del Pirineo, por uno o varios sitios que no están determinados. Se concentraron en Aínsa. El jueves 3 de julio, los pastorells, ayudados por diversos vecinos del país, asediaron Monclús y procedieron al asesinato de la mayor parte de los judíos, saqueando la judería.
Hay constancia documental del asesinato de 35 personas. Realmente fueron bastantes más los fallecidos. Hubo 10 personas judías que se convirtieron al cristianismo, bautizándose, siendo cuatro adultas (tres hombres y una mujer). 17 judíos consiguieron sobrevivir sin cambiar de religión (éstos posiblemente marcharían monte a través o se resguardarían en la vivienda de algún cristiano amigo. También es posible que algunos estuvieran de viaje cuando sucedió la tragedia).
He elaborado una tabla o listado con los judíos documentados que vivieron en Montclús. He intentado ordenar los datos por familias. Cada fila de la tabla termina con una letra clave (M=judío muerto, J=Judío vivo que sigue con su religión, C=Judío convertido al cristianismo, para no morir).
Los judíos conversos acabaron cambiando de nombre
y apellido. Los apellidos Monclús, Morcat, Pérez y Montalt fueron adoptados por
judíos conversos. Por tanto, cabe la posibilidad de que las personas de
Sobrarbe que en la actualidad tengan entre sus antepasados algunos de estos
apellidos estén emparentadas en la lejanía con los judíos conversos.
Hubo
familias en las que murieron todos sus miembros. Otras corrieron mejor suerte.
No todos los judíos asesinados aparecen en el listado. Quizá sí estén todos los
herederos, cuyos bienes fueron reclamados por sus parientes más cercanos. Se
observa que en Monclús hubo mucha diversidad de apellidos judíos lo que indica
que la consanguinidad no era elevada. Tenían relación de parentesco con otros
judíos de las provincias de Huesca y Lérida: Albalate de Cinca, Barbastro, Golmés…
Una
vez cometidas sus atrocidades en Monclús, los pastorells se dirigieron a
Barbastro, cruzando la sierra de Arbe y saqueando en Naval la morería, sin
matar a ningún musulmán puesto que éstos se cobijaron en el castillo. Los
bienes robados en Monclús fueron mal vendidos en diversas localidades como
Barbastro, Naval o Aínsa. Según declaraciones de testigos, en Barbastro 17
hombres y 8 mujeres compraron objetos saqueados en Montclús. La mayoría de
piezas puestas a la venta por los pastorells eran enseres personales como
prendas de vestir (sayuelas, tabardos, tabardillos, túnicas, velos, espalderas,
correas de ceñir, vestidos) y alhajas: anillos de oro y plata, frontaleras o
coronas de plata y de perlas, pulseras de plata, botones de perlas, limosnera
etc. En Naval el prior compró bienes que eran de Bonafós Gallipapa y su esposa:
una taza de plata, un mortero de cobre, ropas y otros bienes que después tuvo
que devolver. Diversos objetos de oro y plata fueron vendidos a un platero de
Lérida. La pieza de mayor valor, robada a los judíos, era la corona de la Torá
que debía ser de plata; se indagó mucho para intentar saber su paradero, sin
resultados positivos.
A
los pastorells no se les permitió entrar en Barbastro, tuvieron que acampar a
las afueras. Sí se les posibilitó la entrada de pequeños grupos que compraron
alimentos y vendieron objetos saqueados. Allí se les informó que se había desconvocado
la campaña de Granada, por lo que decidieron volver a su país, dispersándose,
siendo perseguidos por las huestes de las sobrejunterías según se había ordenado
desde la Corona. La represión contra los pastorells y sus colaboradores fue
dura. El día 28 de julio se citó en
calidad de inculpados por colaboracionistas con los pastorells a 26 hombres de
Aínsa, 10 de Puértolas, 6 de Boltaña, 4 de Monclús (dos de ellos notarios), 4
de Olsón, 3 de Silves, 3 de Sieste, 2 de Espierlo, 2 de Ascaso y 1 de Troncedo.
También fueron citados los distintos cargos relacionados con la sobrejuntería
de Aínsa y el castillo de Monclús. Muchos de ellos tuvieron que pagar fuertes
multas. Algunos marcharon a Francia y se les embargó sus bienes. Algunos de los
inculpados fueron ejecutados. Los que eran más ricos salieron mejor librados. Los
vecinos de los pueblos próximos a Monclús fueron multados de forma colectiva
por los homicidios que se habían perpetrado y por no acudir a la convocatoria
de los sobrejunteros para perseguir a los pastorells.
Al
final casi todos salieron mal librados por la masacre de Monclús. Esta masacre
supuso el principio del fin del pueblo. A pesar de los incentivos dados por el
rey para que los judíos permanecieran en Monclús, éstos optaron por marchar a
mediados del siglo XIV.
En
el último tercio del siglo XV el núcleo de Monclús estaba prácticamente deshabitado,
aunque su iglesia seguía teniendo importancia. Los cristianos también acabaron
marchando, siendo la localidad de Mediano la que pasó a ostentar la capitalidad
del concejo y la cabecera de la Baronía de Monclús.
Bibliografía y documentación:
·
Archivo Histórico Provincial de Huesca, protocolo notarial nº
3181, p 36.
·
RIERA Y SANS, J., Fam y fe. L´Entrada dels pastorells (juliol
de 1320), Pagés editores, Lleida, 2004.
·
RIERA Y SANS, J., Los Pastorells en Barbastro (julio de
1320), en “Aragón en la Edad Media” nº18, pp 299-335, Zaragoza, 2004