viernes, 29 de enero de 2016

Retratos de mujeres de Sobrarbe, siglo XX

Dicen que la cara es el espejo del alma. Aquí tenemos unos cuantos “espejos” de mujeres de Sobrarbe, la mayoría de Abizanda, aunque también las hay de otras localidades como Escanilla, Lamata, Ligüerre de Cinca, Olsón y Bárcabo. Sirvan estas imágenes como un homenaje hacia ellas, las grandes olvidadas de la historia.

 








 
 







 
 

 


 

















 
 

 
 

 
 

 
 




 
 

 
 

 
 

 
 




 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 




 
 

 
 

 
 




 
 
 



 

lunes, 18 de enero de 2016

Vecinos de Escanilla, año 1958


 
Al observar fotos antiguas, sobre todo si en ellas salen personas conocidas, uno no puede más que pensar en el inexorable paso del tiempo. En la fotografía de hoy aparecen los vecinos de Escanilla, posando para la foto que habría de servir de recordatorio de la Santa Misión.  Observamos a los dos clérigos en los extremos, los hombres arriba, las mujeres en medio y los más jóvenes abajo, todos y todas bien arreglados para la ocasión. En aquellos momentos la sociedad conservadora y tradicional estaba en su máximo apogeo. Había vitalidad en Escanilla y casi todas las casas estaban abiertas de forma permanente: Giménez, Sierra, Salinas, Buil, Tejedor, Solano, Olivera, Mora…

miércoles, 13 de enero de 2016

Inauguración de los Teleclubs de Olsón y Lamata, año 1966


Año 1966. Primera televisión en Lamata, en el teleclub. Aparecen en la foto, de izquierda a derecha, y de arriba abajo: José María Palacio, José Cardiel y Joaquín Pardina
 
El Teleclub de Lamata lo recuerdo asociado a mis primeros años de vida. Era la única televisión del pueblo. Allí íbamos a ver dibujos animados y a los hermanos Mala Sombra, que parece ser eran malos de verdad…, y por la noche a ver a Aguilé, que cantaba aquello de “Es una lata el trabajar porque todos los días pronto te tienes que levantar. A pesar de ello, doy gracias a Dios, la vida pasa felizmente si hay amor…”  La televisión era una excusa para reunirse los vecinos y charlar. Me acuerdo de la muerte de Franco y la toma de posesión del Rey Juan Carlos, que despertó mucha expectación. Años más tarde llegaron las televisiones particulares y todo cambió. Hasta se "transformó" por dos días el Teleclub en “Pub”, con pintadas en las paredes, ya llegados los años ochenta, algo que fue muy comentado en el pueblo, inconcebible en Lamata, localidad tan tradicional y conservadora en aquellos tiempos…En fin, recuerdos de la España en blanco y negro, de personas singulares que algunas ya no están entre nosotros.

En el diario “Nueva España”, de Huesca, apareció el día 26 de noviembre del año 1966 la siguiente noticia:

El día 24 se inauguraron los teleclubs de las localidades de Olsón y Lamata. Los actos fueron presididos por el ilustrísimo señor delegado provincial de Información y Turismo, que ostentaba la representación del excelentísimo señor gobernador civil presidente de la Comisión Provincial de Información y Turismo y Educación Popular, organismo que gestiona ante el Ministerio de Información y Turismo la constitución de Teleclubs en la provincia.

En Olsón, tras la bendición del local por el señor cura párroco, pronunció unas palabras de bienvenida y gratitud la señorita María Esther Betanzos Millán, maestra nacional, designada como monitor del Teleclub, cerrando el acto el señor Rodríguez Arbeloa, quien bosquejó la estructura del plan nacional de Teleclubs, así como la proyección de éste en la provincia.

En Lamata se siguió este mismo orden, interviniendo la señorita María Pilar Solanilla, maestra nacional, designada monitor.

Estas dos inauguraciones se suman a la celebrada la semana pasada en Banastón, a las que se unirán, en fecha próxima, análogas inauguraciones en Buerba, Sandiniés y Villanova.

martes, 5 de enero de 2016

Pedregadas históricas (V). PEDRISCO EL 23/7/1899

Puente en Boltaña sobre el río Ara


El año 1899 fue nefasto en el Alto Aragón desde un punto de vista meteorológico. Hoy en día vincularían estos hechos al famoso cambio climático. El pedrisco afectó en diferentes días a diversos pueblos. En lo referente a Sobrarbe, el 23 de julio el pedrisco se ensañó con la zona centro: Boltaña, Aínsa y Labuerda. Esta última localidad también sufrió inundaciones el 7 de agosto. Veamos cómo fue reflejado en la prensa:

Pedrisco en Boltaña. “El Diario de Huesca”, 26/7/1899

Nos escriben desde Boltaña, participándonos que el domingo último descargó sobre aquel término municipal una fuerte tormenta, arrojando piedra con tanta abundancia y con tanto ímpetu que ha producido la pérdida total de la cosecha de vino, destrozando casi por completo la huerta y causando graves perjuicios en todo el término. Explícanse bien tan importantes daños si se tiene en cuenta que muchas de las piedras que cayeron pesaban más de 100 gramos.
El desastre, como es natural, tiene acongojados a los moradores de aquella comarca, especialmente a la clase agrícola que ha visto en un momento destruidos gran parte de sus trabajos y de sus afanes.
 
Noticias de Boltaña. “El Diario de Huesca”, 29/7/1899.
Son muy desconsoladoras las noticias que recibimos de la comarca de Boltaña, y en especial de los términos de Aínsa y Labuerda, relativas a los inmensos daños producidos por el pedrisco del 23 del actual, que arrasó los restos de frutos, principalmente el de la vid, que se habían salvado de la fuerte granizada de igual día del anterior mes de mayo.
Se han perdido totalmente las cosechas de vino y legumbres que son la mayor producción en aquella zona. El país está hondamente preocupado y afligido por las funestas consecuencias del desastre.
El Gobierno debe procurar subvenir al remedio de tan gran calamidad, concediendo los auxilios posibles de que disponga, facilitando la prórroga del pago de las contribuciones y abriendo trabajos públicos en los que puedan hallar ocupación y medios de subsistencia los braceros del campo, que quedan en situación deplorable. Podría al efecto subastar el trozo de carretera de Aínsa a Escalona, obras comenzadas por administración hace más de doce años y paralizadas por completo a pesar de estar satisfecho el importe de los terrenos ocupados para su trazado y su construcción.
Es lo menos que puede hacerse en pequeña compensación de los inmensos daños agrícolas sufridos por aquella comarca.

Asuntos provinciales. De Labuerda, 8 de agosto (“Diario de Huesca”, 12/8/1899)
El día 10 del actual recibimos la siguiente carta, que no ha podido ser publicada durante estos días en que no ha visto la luz “El Diario”.
Hoy lo hacemos para complacer al apreciable amigo y suscriptor que nos la remite y para que sea conocido el texto de la misma, que es como sigue:

¡Horrible tormenta!

Entre una y dos de la tarde del día 7 una tormenta descargó tal cantidad de agua en el término municipal de Labuerda que más bien parecía un diluvio y contra lo que era de temer y en medio de la lluvia tan torrencial las autoridades locales, tanto civiles como militares empezaron a tomar disposiciones para evitar desgracias personales que podían ocurrir en los barrios de la calle Mayor y del barranco, lo que efectivamente sucedió porque el río Cinca y Barranco de San Vicente salieron de su cauce e inundaron la parte baja de la población y arrastrando el furioso elemento muchas de las tierras de labor.
Figúrese Sr. Director, qué situación tan triste es en la actualidad la nuestra; sin tierras para poder cultivar ¿cómo hemos de pagar a la Hacienda lo que como contribuyentes se nos exige? Y ¿qué comeremos después que dos pedriscos dejaron asolados los campos, viñedo, huerta, etc.? Se impone por cuantos medios estén a su alcance que los poderes públicos nos socorran si no nuestra suerte es la emigración. ¿No podrían condonársenos las contribuciones socorrernos también con alguna cantidad del fondo de Calamidades y subastar el trozo primero de la carretera de Aínsa a la frontera? Creo que todo esto se necesita y mucho más para socorrer a este desgraciado país.
Miles de gracias anticipadas se ofrece de Ud. Affmo. s.s.q.b.s.m., -Un labrador, G.B.

En Sariñena, el mismo día que hubo inundaciones en Labuerda, también padecieron una virulenta tormenta de pedrisco:

Sr. Director de El Diario de Huesca:

Escribo a Ud. bajo la impresión más dolorosa que acaso he sufrido en los días de mi vida.
Hasta ayer todo era en este vecindario actividad y alegría. Las gentes del campo habían puesto término a las faenas de recolección de los cereales. Pagaban los arriendos a los propietarios de terrenos de huerta y se consagraban con verdadero afán al cultivo de los verdes, único premio a sus sudores, esperando con fundamento una abundante cosecha de legumbres, caldos y hortalizas, que aseguraba la vida durante el invierno próximo, facilitándoles además recursos para levantar las cargas públicas.
Hoy estamos de duelo; el pan de los pobres ha sido arrebatado por un terrible pedrisco, como otro igual no han conocido los más ancianos: a las cinco de la tarde de ayer formáronse dos tormentas al norte y oeste; el viento que saltó caprichosamente de uno a otro cuadrante, impidió por largo rato el choque de aquellas nubes desoladoras; mas al fin tuvo lugar el encuentro, señalado por un trueno espantoso y las blancas greñas vomitaron sobre la población aterrada y la feracísima vega, montones de piedras la mayor parte de éstas del tamaño de un huevo de perdiz. Las escenas que se presenciaron luego no es fácil describirlas con exactitud; los pobres trabajadores sorprendidos por la tormenta en el campo, llegaban desconsolados contestando a las “buenas tardes” que se les dirigían con un “mejor podían ser” que apenaba; las mujeres lloraban, el pobre párroco iba a rezar el Santo Rosario llevando en su rostro el dolor inmenso que la catástrofe le había producido; y el alcalde con la resolución que es su característica, se encaminaba a la oficina de Telégrafos para comunicar tan terrible suceso ….el texto continúa.
En otras localidades, como en Yebra de Basa, las tormentas veraniegas fueron inusualmente abundantes y violentas.