En el año 1773, Miguel Ger, vecino de Lardiés, y los hermanos Antonio y Ramón Ger, de Yeste, valle de Triste, solicitaron ante la Real Audiencia de Aragón ser reconocidos como notorios infanzones, reconocimiento extensible a sus hijos, menores de 14 años: Miguel y María Francisca Ger y Villacampa, y Josef, Mariano y María Teresa Ger y Jordán. Para obtener la ejecutoria de infanzonía debieron probar, mediante testigos y documentos, que eran infanzones.
En el proceso de infanzonía se dice que en la localidad de Lardiés, desde tiempo inmemorial hay una familia de infanzones de renombre y apellido de Ger. El palacio y casa solar de los Ger se encuentra separado de las demás casas de Lardiés mediante un prado y cerramiento propios. Todos los habitantes de la casa fueron siempre considerados infanzones, y disfrutaron de los privilegios que tienen los hidalgos.
En la casa de los Ger de Lardiés había un escudo de armas y blasón propio de su
linaje y familia, conservado en el umbral de la puerta principal de su palacio,
y en un salón interior del mismo, cuyo escudo consiste en el centro un castillo
y palacio por torre unido a él, con dos puertas y tres ventanas, que por la de
en medio, que es mayor, sale un brazo y mano con una llave en ella, y lo corona
con un morrión o celada que mira a la derecha, de cuyo escudo y blasón de armas
han usado y usan respectivamente desde dicho tiempo hasta el presente. Los Ger de Lardiés poseen en la
iglesia parroquial del lugar una capilla bajo la invocación de San Miguel Arcángel
y en ella su entierro. También son dueños de una pardina llamada La Canal. Por
la fidelidad que mostraron en las turbaciones de la guerra del principio de
este siglo a favor del católico rey D. Felipe V, fue el palacio y casal objeto
de las iras, furor y odio de los contrarios, padeciendo la suerte del saqueo y
quema de su casa y papeles entre los que no sólo se perdieron los de dicha su
infanzonía, también las bulas originales del patronato de la rectoría de
Lardiés. Se conoce aún la quema y señales en un trozo de dicho palacio que existe
a un lado, a manera de fuerte con sus troneras, y también en el escudo de armas
que es una tabla que por su antigüedad apenas se reconoce. En la
actualidad, en la localidad de Fiscal, en la fachada principal de casa Pedro
Ger, hay un escudo de este apellido (ver foto). Los Ger de Fiscal estuvieron
emparentados de forma directa con los Ger de Lardiés.
En los procesos de infanzonía no todo lo que se
dice es cierto. Lo del saqueo y quema de los documentos de la casa de los Ger
en Lardiés es una información que hay que poner en duda. Cuando los
propietarios de una casa rica querían ser infanzones y carecían de
documentación solían achacarlo a la quema de sus documentos en alguna guerra o
hecho violento. La infanzonía de los Ger fue probada a base de testigos que
evidentemente pudieron ser sobornados.
En noviembre del año 1773 se
dictó sentencia en la Real Audiencia de Aragón: Debemos declarar y declaramos que los mencionados D. Miguel Juan Ger,
D. Antonio Ger, y D. Ramón Ger, y sus descendientes, son notorios infanzones de sangre y naturaleza y como a tales se les
deben guardar todos los privilegios y exenciones que corresponden a los
hidalgos del Reino de Aragón.
Gracias al proceso de infanzonía
podemos saber datos de la genealogía familiar:
En el año1680 Miguel Juan Ger y Duaso, nacido en 1656, hijo de Miguel y María, contrajo matrimonio con Orosia Sampietro y Xalle, natural de Escartín. Fueron testigos de la boda Martín Juan Borruel, cirujano de Fiscal, Miguel Callizo, vecino de Basarán y el Licenciado Pedro Ger, de Lardiés.
Miguel Juan Ger y Sampietro, nacido en 1682, hijo
de Miguel Juan y Orosia, casó en 1701 con Orosia Lardiés y Santa Román, natural
de Berroy. Este matrimonio pasó los últimos 15 años de su vida junto a su hijo
mosén Miguel Domingo Ger y Lardiés, rector de Yeste y también de Cortillas, Cillas y Sarsa.
Fueron enterrados dentro de la iglesia de Cortillas, año 1752. De este
matrimonio hubo varios hijos, entre ellos Miguel Juan, el heredero en Lardiés,
y Joaquín que casó a Yeste.
El heredero, Miguel Juan Ger y Lardiés, casó el año
1732 con María Lardiés y Xalle, natural de Lardiés. Este matrimonio nombró como
heredero de su casa a Miguel Juan Ger y Lardiés que enlazó en primeras nupcias,
en 1763, con María Villacampa y Foncillas, vecina de Laguarta. En segundas
nupcias lo hizo en 1771 con Francisca Espierre y López, del lugar de Espín. Del
primer matrimonio hubo dos hijos: María Francisca y Miguel Juan, y del segundo
al menos un hijo: Josef Antonio.
Respecto a la rama de los Ger de Yeste, tiene su
origen en Joaquín Ger y Lardiés, natural de Lardiés, que contrajo matrimonio en
1739 con Teresa Sánchez y Nobas, heredera de su casa en Yeste. Con
posterioridad pasó a dirigir la casa Antonio Ger y Sánchez que casó en 1767 con
Melchora Jordán y Marraco, vecina de Villarreal. Antonio y Melchora tuvieron
varios hijos. José Ger y
Jordán fue el heredero de la casa en Yeste y fijó su residencia en la villa de
Ayerbe.
Clérigos
y personajes ilustres.En la casa de los Ger de Lardiés hubo al menos dos clérigos: el licenciado Mosén Pedro Ger y Duaso, habitante en el lugar de Castejón de Arbaniés, y Mosén Miguel Domingo Ger y Lardiés, rector de Yeste y con posterioridad rector de Cortillas, Cillas y Sarsa.
Los Ger de Yeste llegaron mucho más alto, ocupando altos cargos, principalmente Ramón Ger y Sánchez.
·
Miguel Ger y Sánchez en un
principio fue cadete en el regimiento de
Cantabria y posteriormente ocupó el cargo de Ingeniero Delineador en la isla de Ibiza, para
la dirección de sus fuertes.
·
Mariano Ger y Jordán fue
Arcediano de Sobrarbe, Dignidad de la Santa Iglesia de Huesca.
·
Ramón Ger y Sánchez fue oficial de
la Secretaría de Estado y del Despacho de Guerra, nombrado Caballero
pensionista de la Real Orden de Calos III, en decreto de 18 de enero de 1801.
Fue diputado suplente por Aragón en las Cortes de Cádiz, año1812, y formó parte
de la comisión de guerra. En la
sesión del día 17-7-1813, después de haber prestado el juramento prescrito,
tomó asiento en el congreso el Sr. D. Ramón Ger, diputado por la provincia de
Aragón. Falleció en 1815, después de padecer una enfermedad crónica,
precisando asistencia sus últimos 18 meses de vida. Tras su muerte dejó una
herencia destacada; poseía varias casas en Madrid, en las calles del Lobo,
Carrera de San Jerónimo, Lavapiés y Carredano. De su herencia tuvieron que
descontarse los gastos de entierro, misas por su alma, dinero percibido por el asistente
en su último año y medio, y los honorarios del cobrador de rentas y los arreglos
en sus casas.
En las casas ricas se procuraba
que al menos un hijo estudiara y fuera clérigo puesto que ello les permitía
mantener su estatus social. Los clérigos ganaban mucho dinero a lo largo de su
vida y lo normal es que ése dinero acabara en manos de los herederos de su casa
natal. Los rectores, además de encargarse de la “cura de almas”, eran muy
casamenteros. Por ejemplo, la llegada de los Ger a la localidad de Yeste se
debe a que allí estaba como rector Mosén Domingo Ger, el cual casó a su hermano
en esta localidad. Su hermano aportó al matrimonio, en concepto de dote, 300
libras jaquesas, de ellas 200 se las dio el familiar cura y el resto su padre.
Los Ger de Yeste sobrepasaron lo que era normal en una casa buena, incluso
ocuparon cargos relevantes a escala nacional. Antiguamente las casas podían
“morir” tanto por estar en quiebra como por el éxito excesivo. La casa de los Ger
de Yeste acabó deshabitada, ahora en ruinas, debido al alto nivel económico
alcanzado por sus herederos, los cuales fijaron su residencia en Ayerbe. Tanta
riqueza fue negativa puesto que hubo disputas y pleitos por las herencias lo
que a la larga provocó la ruina de algunos de los descendientes.
La casa de los Ger de Lardiés se mantiene en la actualidad, un cartel junto a la vivienda nos indica que ahora la llaman “Los Tres Albares”.
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