El pueblo de Ceresuela, mejor dicho despoblado de Ceresuela, se encuentra en un bello emplazamiento, en plena naturaleza, lástima que no haya corrido la misma suerte que Yeba. Ahora lo poco que queda de las casas, su esqueleto, está siendo engullido por la vegetación. Los árboles frutales autóctonos siguen con vitalidad y las manzaneras están repletas de frutos.
Poco queda del antiguo
pueblo de Ceresuela. La vegetación se apodera de todo |
Otra vista que muestra como las plantas con “punchas” dominan |
La única chimenea en pie |
Interior de la chimenea |
Muro norte con huecos muy pequeños |
Qué protegerían aquellos barrotes de madera sitos en lo alto? |
Detalle de arquitectura popular, con un arco cegado y un dintel de madera |
Torre de la iglesia, aspillerada |
Portada de entrada en la iglesia. Se llevaron la dovela de la clave, que tenía un escudo religioso |
Arco apuntado y arco de medio punto en el interior de la iglesia, invadida por la vegetación |
Bóveda de medio cañón, con dos fases constructivas |
Entrada a la sacristía. El biselado la realza |
Reja en el vano de la sacristía |
Cabeza alada y algo más |
Dintel monolítico en una casa, fechado en 1860 |
A veces sobran las palabras |
AÑO 1930 R.J. |
Parece mentira, hubo luz en Ceresuela |
1881. No hubo suerte para este pueblo |
Sencilla aspillera |
1 comentario:
Siguen llamando mi atención los despoblados. Cada uno de ellos con sus particularidades, repletos de leyendas e historias, como de vegetación sus antiguas callejuelas. Sí, la tristeza es profunda, porque entre las ruinas siempre hay detalles que te recuerdan que estás en casa ajena, que todo aquello, un día, tuvo propietario. Propietarios, moradores, que se se sacrificaron por vivir, y sobrevivir.., para que la casa y las tierras, el legado de la familia no se perdiera, y pudiera llegar intacto a los hijos, a los nietos...
Amor Olomí
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