Escartín,
pueblo deshabitado desde el año 1967, a pesar de todos los contratiempos, aún
sigue conservando elementos arquitectónicos de elevado interés, principalmente
en su iglesia de San Julián.
Personalmente,
me quedé sorprendido de la gran belleza de la iglesia parroquial y sus
singulares y bonitos capiteles del s.XVI, sobre todo uno en el que aparece un
rostro humano, que presenta cara redondeada con ojos almendrados bien
remarcados, pequeña nariz triangular y boca abierta con forma elipsoidal. Pómulos
ligeramente marcados. Junto a la cara hay unos robustos brazos, y manos que
sostienen lo que podrían ser sendos rollos de papel. A ambos lados hay representados
dos animales cuadrúpedos sonrientes, quizá ovejas. El capitel se encuentra
junto al coro, de tal manera que los hombres que estuvieran asistiendo a la
misa pudieran verlo perfectamente.
He estado
evaluando distintas posibilidades del significado que encierra éste capitel y
me he decantado por la posibilidad de que
aluda a un rico propietario que contribuyó de forma destacada en los gastos de
la obra de la iglesia. El propietario pudo ser notario (manos sosteniendo
documentos enrollados) y a su vez pertenecer a una casa donde la ganadería era
una fuente destacada de ingresos.
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