El
apellido Las Corz se documenta en Labuerda desde época medieval. En el año 1469
Bertholomeu de Las Corz era vecino de Labuerda, aldea de Aínsa. En 1484
Bertolomeu de Las Corz era cabeza de familia en Labuerda, y en 1525 Joan de Las
Corz era vecino de Labuerda. En torno al año 1570 había dos cabezas de familia
en Labuerda que se llamaban igual: Joan de Las Corz. No sé si eran parientes;
quizá pudieron tener un mismo abuelo paterno, pero esto es una mera suposición
que quizá se pueda resolver en un futuro, cuando aparezca nueva documentación.
Lo que sí es seguro que emparentaron al casar con dos hermanas apellidadas
Sarbisé. Los Sarbisé de Labuerda estuvieron relacionados con casas destacadas
del entorno, era una familia acomodada, lo mismo que las familias de los Las
Corz. Mn. Miguel Sarbisé, que fue
canónigo de la Catedral de Barbastro, era tío de las hermanas Sarbisé.
Joan
de Las Corz, labrador, contrajo matrimonio con Catalina Sarbisé, y Joan de Las
Corz, alias Blanco, casó con María Sarbisé. Del último matrimonio mencionado
nacieron al menos cuatro hijos varones que casaron en Labuerda, contribuyendo
notablemente en la expansión del apellido en la localidad. Los hijos fueron:
·
Juan de Las Corz y Sarbisé, alias Blanco, que casó con Gracia
Lo Cuello.
·
Bartholomé Las Corz y Sarbisé, alias Arcas, casado con
Esperanza Lo Pueyo.
·
Domingo Las Corz y Sarbisé, casado con María La Forga.
·
Sebastián Las Corz y Sarbisé, casado con Ana Sasé.
De
estos matrimonios hubo descendencia femenina. Me consta la presencia de
descendencia masculina en al menos uno de ellos.
A
finales del siglo XVI había al menos cuatro propietarios en Labuerda
apellidados Lascorz: Joan de Las Corz (agricultor), Bartolomé de Las Corz
(alias Arcas), Joan de Las Corz (alias Blanco, hermano de Bartolomé) y Domingo
Las Corz, hermano de Bartolomé.
CASA NOTARIO DE LABUERDA
La
documentación consultada hasta ahora no me permite aclarar el origen de esta
familia. He intentado coordinar todos los datos y casar todas las “piezas” que
dispongo del “puzle”, si bien faltan piezas y, por tanto, los siglos XVI y XVII
se siguen resistiendo.
El
dato más antiguo asignable a esta casa es que en torno al año 1570 vivía Joan
de Las Corz, labrador, que casó con Catalina Sarbisé Pintado, de Labuerda. Su
hijo Juan de Las Corz y Sarbisé contrajo matrimonio con Domenecha Dondueño, a
los que les sucedió en la herencia de la casa su hijo Juan de Las Corz y
Dondueño, notario, el primer notario conocido en la familia. Estos herederos
tuvieron varias hermanas, que fueron a vivir a casas de buen nivel económico:
·
María de Las Corz y Sarbisé casó con Juan Cosculluela,
residiendo en Charo.
·
Lucía Lascorz contrajo matrimonio en 1637 con Pedro Fumanal,
de Los Molinos.
·
María de Las Corz y Dondueño casó con Victorián Pérez, de
Puyarruego.
·
Catalina de Las Corz y Dondueño contrajo matrimonio con Juan
Carrera, de Labuerda.
Juan de Lascorz o Las Corz, el primer
notario conocido
Tuvo
una larga vida de actividad notarial. Ya ejercía el oficio en el año 1613 y seguía
realizándolo en 1645. He obtenido en diversos archivos firmas notariales de él,
que datan entre los años 1614 y 1635. En 1614 firmó como Joan de Lascorz, “habitante en el lugar de La Buerda, notario
por todas las tierras del Rey Phelipe”. Entre 1617 y 1625 firmó como Juan
de Lascorz, y desde el año 1626 al 1635 firmó habitualmente como Juan de Las Corz.
Es curioso que en los primeros años escribiera Lascorz, para luego preferir Las
Corz. Lo que no cambió es lo de “habitante
en el lugar de La Buerda-Labuerda” (escribió el nombre del pueblo de las
dos maneras, primero La Buerda y después, a partir de 1626 o un poco antes,
Labuerda).
Parece
ser que Juan de Lascorz contrajo matrimonio al menos dos veces, una con Lucía
Carrera que probablemente era nacida en Labuerda. Su sobrino Sebastián Carrera
ejerció como notario en Labuerda. Juan de Lascorz casó en 1626 con Mariana
Pérez, natural de Aluján, barrio de Muro de Roda, nacida en una familia de
notarios, hija de un Comisario del Santo Oficio. La novia aportó al matrimonio
8000 sueldos jaqueses más ajuar. Era habitual que los notarios estuvieran
emparentados entre ellos; lo mismo ocurría con los Comisarios del Santo Oficio.
En
el año 1640 tuvo lugar el “Acto público
de reconocimiento (de infanzonía)
otorgado por los jurados y concejo del lugar de San Vicente y La Buerda en
favor de Juan de Las Corz, infançón, vecino del lugar de La Buerda”. El
magnífico Juan de Las Corz, notario real, natural y habitante en San Vicente y
La Buerda, era hijo legítimo de los difuntos Juan de Las Corz, infanzón, y
Domenecha Dondueño, cónyuges domiciliados que fueron en el lugar de La Buerda,
y como hijo y descendiente de ellos “hayáis
sido y seáis infançón e hijo dalgo notorio y conocido por tal por recta línea
masculina y como tal vos y vuestros abuelos y padres respective cada uno en sus
tiempos hayáis gozado y gocéis de vuestra infançonía e ingenuidad y limpieza
como los demás infançones…”. En ese mismo año había otras dos casas de
Labuerda en las que el cabeza de familia se apellidaba Las Corz: casa de Jusepe
Las Corz y casa Sebastián de Las Corz.
En
1642 Juan de Las Corz, notario, obtuvo firma de infanzonía en la Real Audiencia
de Aragón. En el año 1644 se inició un proceso criminal, promovido por el lugar
de Labuerda, contra Juan de Las Corz, notario y Familiar de la Inquisición,
domiciliado en Labuerda. El concejo de Labuerda decidió emprender acciones
legales contra el citado Juan “para
evitar los modos y grandes inquietudes que causa en el lugar”. Los cargos
se presentaron ante el Tribunal de la Inquisición en Zaragoza. Esto terminó de
tensar las ya malas relaciones entre el acusado y la mayor parte de los vecinos
de Labuerda.
Para
ver si eran ciertas las acusaciones fueron llamados 21 testigos que declararon
bajo secreto. El licenciado Mn. Jusepe Broto, rector de Guaso y comisario del
Santo Oficio de la Inquisición de Aragón, llevó las riendas del proceso y se
encargó de tomar declaraciones. El notario Antonio Sessé, habitante en Laspuña,
reflejó documentalmente lo dicho por los testigos.
El
principal acusador fue Sebastián Carrera, de 52 años, notario real, que actuó
en calidad de procurador y síndico de los jurados y concejo de Labuerda,
curiosamente sobrino del acusado Juan de Las Corz. Sebastián Carrera falleció en
el año 1655.
Juan
de Las Corz, notario, tenía una edad que podríamos llamar avanzada. Sus muchos
años de actividad como notario y Comisario del Santo Oficio hicieron que fuera
muy rico y poderoso, lo que le proporcionó envidias y enemistades. Además, debía
tener un carácter fuerte que se fue incrementando con los años. Llevaba en el
pecho una cruz que era la insignia de Familiar del Santo Oficio. También
portaba ceñida una espada. Estaba enfadado con el concejo de Labuerda por
haberle revocado “la administración de la
concordia y recepción de sus rentas”, hasta el punto que un testigo afirmó
que oyó decir al acusado, dirigiéndose a un tal Juan Buil: “Vení acá Royo, que vos también sois de la
sinagoga que habéis votado contra mí”, amenazándolo de muerte.
En
su declaración, la mayor parte de los testigos hablaron mal de Juan de Las
Corz, acusándolo de:
·
Vejaciones, tanto al consejo del lugar como a distintos
particulares. El acusado procuraba vengarse de los que le agraviaban.
·
Altivo, de fuerte condición, terrible, soberbio (“el hombre más soberbio de España”)
y amigo de pleitos.
·
Tener atemorizados a los vecinos. Atropello hacia todos,
especialmente “desde hace diez años”.
·
Excesos en el término del lugar de Escalona contra algunos
vecinos de Labuerda, donde el acusado fue durante muchos años procurador y
administrador de la justicia a instancia del Señor de Escalona. “Le dijo a Antonio Puço, mayor en días, y a
Viturián de Allué, vecinos de Labuerda, en presencia de Mn. Pedro Laforga,
Pedro Buil de San Vicente y otros de Labuerda, con amenazas y saña que los
había de prender en la cárcel y amansarlos y hacerles abajar aquellos cujones
que tenían”. Hizo prender en el término de Escalona a un vecino de Labuerda
llamado Matías Arnal; lo puso en la cárcel, acusado del robo de vino en
Labuerda.
·
Mal trato al rector de Labuerda y a otros clérigos.
Despectivo con el mosén del lugar “por no
haberle dado su escolano incienso a bispras”. Amenazas al rector del pueblo
por sus palabras en un sermón, las cuales el acusado interpretó que podían ser
perseguibles por ser constitutivas de sacrilegio. También discrepancias en
cuanto al protocolo en actos públicos.
·
Pretensión de someter al pueblo y tratarlos como vasallos,
mediante la compra de préstamos que el concejo de Labuerda debía a diversos
ricos propietarios residentes en otros pueblos. Eran préstamos de difícil cobro
por estar muy endeudado el concejo. Como el concejo no podría hacer frente a
tanta deuda, el acusado pretendía convertir Labuerda en un Señorío, siendo él el
Señor. Este asunto debió ser el que desencadenó que los vecinos de Labuerda
fueran a Zaragoza y acusaran a Juan de Las Corz ante el Tribunal de La
Inquisición.
·
No dar cuentas de la concordia, siendo administrador de ella
desde el año 1636, y teniendo la obligación de darlas.
·
Quebrantar las ordinaciones del concejo en cuanto a hierbas y
otros.
·
Hacer prender en Aínsa a Sebastián Carrera, notario, vecino
de Labuerda, sobrino del acusado, por impago de deudas del concejo de Labuerda.
Hubo
varios testigos que hablaron bien del acusado y lo defendieron, por ejemplo Mosén
Antonio Las Corz, presbítero, habitante en Labuerda, de 65 años, indicó que el
acusado “es de buena fama y costumbres,
quieto y sosegado, aunque algunas veces lo he visto enojado con algunas personas
y luego se ha aplacado”. El magnífico Pedro Buyl, labrador, vecino de San
Vicente, de 68 años, dijo que “conoce al acusado desde hace más de 40 años y lo
tiene por hombre de bien y buen cristiano”. Juan Sierra, fustero (carpintero),
vecino de la villa de Aínsa, de 40 años, afirmó que “Juan de Lascorz ha sido y es familiar del Santo Oficio de la Inquisición
por haberlo visto con la insignia de tal, de muchos años a esta parte, y que es
hombre de bien, buen cristiano, temeroso de Dios y caritativo, dando muchas
limosnas a los pobres”.
No
sé cómo acabó finalmente el asunto. Algún correctivo debió recibir Juan de Las
Corz, principalmente por sus encontronazos con varios clérigos residentes en
Labuerda. Este asunto era el que el instructor del caso vio como más grave y
con necesidad de reparar.
Juan
de Las Corz seguía con su actividad de notario en el año 1645. Debió fallecer bastante
viejo, en torno al año 1654.
Juan de Las Corz, segundo notario
Juan
de Las Corz era hijo de Juan de Las Corz, el notario del que acabo de hablar Comisario
del Santo Oficio. Según el árbol genealógico familiar de la casa, conservado en
Casa Notario de Labuerda, nació en 1631. Esta información es confirmada en una
dispensa matrimonial en la que actuó como testigo.
En
el año 1654 fue constituido en comisario de las notas, protocolos y escrituras
de su padre. Recibió el mandato por parte del “justicia y juez ordinario de la villa de Aínsa y lugar de San Vicente y
La Buerda como por el acto de comisión consta que fue hecho en el lugar de
Labuerda, el día 9 de julio del año 1654, por Sebastián Carrera, notario real
habitante en el mismo lugar”. En calidad de comisario de protocolos
notariales, hizo varias copias de documentos originales realizados en diversos
años por su padre, como por ejemplo los años 1624 y 1645. En ellas hace constar
que es el hijo de Juan de Las Corz, notario.
En
los años 1651 y 1665 firmaba los documentos como “Juan de Las Corz, habitante en el lugar de La Buerda, y por autoridad
Real por todas las tierras, reinos y señoríos del Rey nuestro señor público
notario”. En 1666 estaba casado con Luisa Giral, que probablemente nació en
Aínsa, emparentada con el Licenciado Juan Francisco Giral, canónigo de la Catedral
de Barbastro.
Al
menos desde el año 1678 firmó como Juan de Las Corz mayor, para diferenciarse
de su hijo que también ejercía como notario. Las últimas noticias que tengo
sobre él datan de 1690. En 1694 ya había fallecido.
Juan de Las Corz, tercer notario
Ya
ejercía su profesión en 1678, falleciendo en torno al año 1701. En un principio
firmaba los documentos notariales como Juan de Las Corz menor, “habitante en el lugar de La Buerda, y por
Autoridad Real, por todo el reyno de Aragón público notario”. En 1694 no
indica la denominación de menor; su padre habría fallecido. Estuvo casado con
Theresa Lanao.
Juan Alonso Lascorz y Lanao, cuarto
notario
En
el año 1701 Juan Alonso Lascorz recibió el encargo de la custodia de los
protocolos notariales de su fallecido padre Juan Las Corz. En 1703 se
realizaron los capítulos matrimoniales entre Juan Alonso Lascorz, hijo del
fallecido Juan de Las Corz y de Theresa Lanao, cónyuges que fueron del lugar de
Labuerda, y Theresa Petronila de Bielsa, doncella, hija legítima de Pedro de
Bielsa y Petronila de Broto, cónyuges habitantes en la villa de Aínsa. La novia
aportó al matrimonio, por vía de dote, 6000 sueldos jaqueses más ajuar; todo
ello se lo dio su padre. También se llevó consigo los legados que le
pertenecían.
De
este matrimonio hubo varios hijos:
·
Francisco Antonio Lascorz y Bielsa, notario y heredero, del
que se hablará más adelante.
·
Theresa Lascorz y Bielsa, nacida en 1704, casada en 1727 con
Pedro Viu, de Casa Viu de Torla.
·
Alonso Lascorz y Bielsa, nacido en 1714, posiblemente notario,
contrajo matrimonio en 1750 con María Ana Lacambra, quizá viviendo en la actual
casa Alonso de Plan.
·
María Clara Lascorz y Bielsa, nacida en 1725, casada en 1751
con Juan Domingo Fumanal, de El Pueyo de Araguás, actual casa Lueza.
·
Otros hijos de este matrimonio fueron José, Antonio Sebastián
y Rosa Águeda.
Juan
Alonso acompañaba su firma notarial con este texto: “Signo de mí Juan Alonso Lascorz, domiciliado en el lugar de La Buerda,
y con Autoridad Real por todo el Reyno de Aragón público notario”. La
última firma que tengo de él data del año 1739, si bien me consta que todavía
seguía trabajando como notario en 1745.
Francisco Antonio de Lascorz y
Bielsa, quinto notario
El
año 1719 fue bautizado Francisco Antonio Lascorz, hijo legítimo de Juan Alonso
Lascorz y Theresa Bielsa, cónyuges habitantes en el lugar de Labuerda.
En
1750 contrajo matrimonio Francisco Lascorz con María Theresa de Bardaxí,
doncella, hija legítima de los difuntos Enrique de Bardaxí y Antonia Barrau, de
Puyarruego. De este matrimonio hubo varios hijos:
·
Francisco Lascorz y Bardaxí, sexto notario, el heredero, del
que se hablará más adelante.
·
María Teresa Lascorz y Bardaxí, nacida en 1751 y casada en
1773 con José Mur, de Serveto.
·
Rosa Antonia Lascorz y Bardaxí, nacida en 1752, casada en
1778 con Juan Siest, de Labuerda.
·
Raymunda Lascorz y Bardaxí, nacida en 1766, casada en 1784 con
Pedro Laguna, de Oto.
·
Hubo otros hermanos (Joaquín, Ana, Jacobo, Francisco y
Carmen) de los que no sé si contrajeron matrimonio.
En
cuanto a su firma notarial, acompañaba a la rúbrica este texto: “Signo de mí, Franº Antº de Lascorz y Bielsa, escribano público y Real de Su
Magestad, por todas sus tierras, Reynos y Señoríos, domiciliado y vecino del
lugar de Labuerda”. En la mayor parte de las firmas incluye su condición de
infanzón. Me consta su actividad como notario entre los años 1747 y 1779.
Francisco Lascorz y Bardaxí, sexto
notario
En
el año 1754 fue bautizado Alonso Francisco Antonio Lascorz y Bardaxí, más
conocido como Francisco. El 1784 contrajeron matrimonio Francisco Lascorz y
María Navarri. Él era hijo legítimo del difunto Francisco y Teresa de Bardaxí,
vecinos de Labuerda. Ella era hija legítima de Francisco Navarri y María
Subirá, vecinos de Bonansa. De este matrimonio hubo varios hijos:
·
Joaquín Lascorz y Navarri, nacido en 1785, notario y heredero
de la casa, del que luego se hablará.
·
Pedro Lascorz y Navarri, nacido en 1785, casado el año 1818
con Francisca Albás, de Sieste.
·
Mosén Francisco Lascorz y Navarri, nacido en 1787, cura
párroco de Labuerda.
·
Matías Lascorz y Navarri, nacido en 1790, casado el año 1810
con Rosa Cavero, de La Pardina, aldea de Castejón de Sobrarbe, casa Lascorz.
·
José Lascorz y Navarri, nacido en 1798, casado en 1820 con
María Albás, de Sieste.
·
María Francisca Lascorz y Navarri, nacida en 1800, casada en
1819 con Ramón Lacambra, de Camporrotuno, casa Cambra.
·
Mosén Vicente Lascorz y Navarri, cura párroco de Puyarruego y
luego de Alberuela de La Liena.
·
Gabriela y Antonio Lascorz y Navarri.
Francisco
solicitó en 1782 la Notaría de Reinos para servir la escribanía del Juzgado de
la villa de Aínsa, por renuncia de su padre. Tengo constancia documental de la
actividad notarial de Francisco entre los años 1783 y 1815, si bien aún vivía
en el año 1819. Junto a la rúbrica escribía: “Signo de Mí Francº. de Lascorz y Bardaxy, Infanzón, Escribano Real de su
Magestad, su corte, Reynos y señoríos, vecino del lugar de Labuerda".
En
1795 tuvo lugar el reconocimiento de la infanzonía, por parte del ayuntamiento
de Labuerda y San Vicente, en favor de D. Francisco, D. Joseph y D. Antonio de
Lascorz y Bardaxí, infanzones y vecinos de Labuerda.
Joaquín Lascorz y Navarri, séptimo y
último notario.
Nació
en el año 1785. En 1816 solicitó la concesión de Notaría de Reinos, con
residencia en el lugar de Labuerda. Contrajo matrimonio en 1819 con Josefa
Ayerbe y Castillón, nacida en Casa El Abogado de Radiquero. De este matrimonio
hubo varias hijas:
·
Josefa Lascorz y Ayerbe, la heredera, casada con Ramón Fumanal
Lalueza, llegado desde la aldea de Fumanal, de Muro de Roda.
·
María Josefa Lascorz y Ayerbe, nacida en 1820, casó en 1837
con Joaquín Murillo, de Gerbe, casa Morillo.
·
Joaquina Lascorz y Ayerbe, nacida en 1822, casó en 1838 con
Antonio Laplana, de Banastón, casa Lisa.
·
Francisca Lascorz y Ayerbe.
Joaquín
Lascorz y Navarri seguía ejerciendo como notario en el año 1849; tuvo una larga
vida profesional. El final del apellido Lascorz en Casa Notario coincidió
también con el final de esta gran saga de notarios. En 1890 los protocolos
notariales de Joaquín Lascorz los custodiaba el notario de Boltaña. En la
guerra civil española, en el año 1936, fue quemado el Archivo de los protocolos
notariales del distrito de Boltaña, una inmensa pérdida para nuestra historia. Por
suerte, en Casa Notario conservan unos pocos protocolos notariales, de los años
1656, 1658, 1665, 1666, 1671, 1677-78 y un bastardelo de 1849.
Sirvan
estas líneas para recordar a una familia de notarios con más de 230 años de
actividad.
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