jueves, 18 de octubre de 2018

Escudos de armas en la villa de Alquézar


Ayer estuve en Alquézar. Mereció la pena recorrer sus calles y visitar la colegiata de Santa María la Mayor. Para los que les gusta la cultura y la naturaleza, Alquézar es un santuario. Además, ha habido buen gusto en las restauraciones.
Cuando uno indaga en sus antepasados, se encuentra parientes por todos los pueblos cercanos, en mi caso por las comarcas de Sobrarbe, Ribagorza y Somontano principalmente. Por ejemplo, en Alquézar tengo antepasados que vivieron antes del siglo XVIII. Veamos los localizados:
Bartolomé Marzuelo Cascaro, nacido en 1640, en Alquézar, contrajo matrimonio en 1664 con Gerónima Ballés, de Castilsabás.
Ana María Maza de Lizana, de Alquézar, enlazó a mediados del siglo XVII con Pedro Natota, de Asque.
Isabel de Marzuelo y Vallés, de Alquézar, casó en 1696 con Josep Natota y Maza de Lizana, de Asque.
Teresa de Val Subías, de Alquézar, nacida en 1684, contrajo matrimonio en 1697 con Juan de Ayerbe y Campo, de Radiquero.
Alquézar posee gran riqueza Heráldica:



Piedra armera de los Ayerbe en Casa Ayerbe de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los Ayerbe en Casa Palurdo de Alquézar, quizás del siglo XVII
 


Escudo en la clave de una portada por la que se accede a Santa María la Mayor. Quizá haga referencia a la villa de Alquézar
 


Posible escudo de la villa de Alquézar. Podría ser medieval
 


Escudo del concejo de Alquézar, de finales del siglo XVI
 


Piedra armera de los Bellosta, siglo XVI, primera mitad
 


Escudo de los Blasco de Alquézar, siglo XVIII
 


Piedra armera de los Blasco en Casa Mochás de Alquézar, siglo XVIII
 


Piedra armera de los Buil en Casa Gerón de Alquézar, siglo XVIII
 


Conjunto heráldico de los Campo en la colegiata de Alquézar, siglo XVII



Piedra armera de los Cascaro en Casa Sarrato de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los de Dios en Casa Médico de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los Fierro en Casa Domper de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los Lecina y Garcés en Alquézar, siglo XVII



Conjunto heráldico de los Lecina y Garcés en la colegiata de Alquézar



Piedra armera de los Marzuelo en Casa Castán de Alquézar, siglo XVII



Piedra armera de los ¿Moreu? en Casa Correo de Alquézar, siglo XVIII



Conjunto heráldico de los Nasarre en la iglesia de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los Ordás en Casa Pardina de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los ¿Samitier? en Casa Castellazo de Alquézar, siglo XVIII



Piedra armera de los Sancho en Casa Estanquero de Alquézar, siglo XVIII
 


Piedra armera de los Sancho en Casa Fabián de Alquézar, siglo XVIII
 


Piedra armera de los Subías en Alquézar, siglo XVIII
 


Conjunto heráldico del infanzón Juan de Val y Ezquerra, siglo XVIII
 


Conjunto heráldico de los Val y Campo en la colegiata de Alquézar, siglo XVIII
 


Conjunto heráldico de los Val y ¿Castillón? en la colegiata de Alquézar
 


Conjunto heráldico de los Val, Lecina, Garcés y ¿Castillón? en la colegiata de Alquézar, siglo XVII
 


Piedra armera de los Villellas en Casa Laílla de Alquézar, siglo XVIII

jueves, 4 de octubre de 2018

Año1484. Días peligrosos en los que no se debe realizar actividades


En el año 1484 Salvador Buil era rector y habitante en “Cosculluela de Tou” (Coscojuela de Sobrarbe), y por autoridad apostólica actuaba como notario público por todas las tierras y reinos de la cristiandad. En la primera hoja del protocolo notarial dejó constancia de los días del año que eran funestos. Desconozco en qué se basó para realizar sus afirmaciones. Veamos sus consejos:

Todo hombre ha de saber que ninguna persona debe comenzar algo en ninguno de los 30 días que luego se dirán.

·      No debe ir desde su casa a otros sitios, si lo hace le matarán o robarán, o no le resultará de utilidad el camino. Tendrá suerte si logra regresar.

·      Ninguna criatura que nazca en uno de esos días vivirá mucho, y si lo hace vivirá siempre mal: pobre, enferma, con mala suerte y nunca le irá bien.

·      Si uno hace bodas o esponsales en los días que se dirá, ella morirá pronto, o nunca estarán en paz y concordia, todo mal.

·      Si una persona comienza a estar enferma en uno de estos días, si no muere, no se desprenderá de la enfermedad.

·      Ninguna persona debe comenzar a obrar, hacer casas, plantar viñas u otros planteros, si lo hace nunca obtendrá provecho.

Estos son los “30” días malos (a mí me salen 29, se dejó uno):

·      1,2,4,7 y 18 de enero

·      4, 7, 17 y 18 de febrero

·      15 y 31 de marzo

·      7 y 15 de abril

·      4 y 15 de mayo

·      6 de junio

·      15 y 17 de julio

·      15 y 20 de agosto

·      6, 8 y 17 de septiembre

·      6 de octubre

·      10 y 17 de noviembre

·      6, 7 y 20 de diciembre

Desde luego que es curioso el texto, algo dificultoso de leer, tanto por la letra como por el aragonés antiguo utilizado.