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jueves, 21 de octubre de 2021

Apellido y linaje (53). Los FORNIÉS – FORNIÁS - FURNIÁS

 

Armas de los Forniés de Olsón y Selgua


En el año 1495 Pedro Forniés y Miguel de Forniás eran vecinos de Olsón. Forniés, Forniás y Furniás deben tener el mismo origen, creo que son distintas grafías del mismo apellido.

En 1571 Mn. Pedro Furniás era clérigo residente en Olsón, ejerciendo como prestamista. Mn. Pedro hizo testamento en 1584, rectificándolo en 1585, nombrando heredero a Domingo Furniás, el cual murió pronto. Entonces los encargados de gestionar los bienes del clérigo difunto decidieron fundar en 1588 una capellanía, siendo patrones el vicario y jurados de Olsón junto con Joan de Furniás o los herederos de su casa.

En 1597 Joan de Furniás, o Forniás, tenía una casa que limitaba con la plaza, vía pública, camino de Naval  y casa de Joan de Torres de Samper. Esta descripción nos indica que la casa de Forniás estuvo donde ahora se halla el local social de Olsón, antes escuela, y antes de escuela casa particular. Joan Forniás estaba casado con Martina Nasarre.

Los Forniés de Olsón tuvieron un buen nivel económico en parte del s. XVI. En el s. XVII la situación había empeorado bastante. También en el pueblo de Buil y aldeas estuvo presente este linaje, probablemente llegado desde Olsón.

En 1626 Cosme y Antón Forniás, hermanos residentes en Suelves, asistieron a las Cortes celebradas en Barbastro, en calidad de infanzones.

En el proceso de infanzonía de los Forniés de Selgua se dice que “en el año 1308 el rey don Pedro de Aragón concedió privilegio de infanzonía a favor de Raymundo Forniés, natural y vecino que fue de Olsón, para sí y sus descendientes por recta línea masculina”, e incluso se especifica la supuesta genealogía familiar desde entonces, la cual no es creíble. Los Forniés de Selgua procedían de Olsón, s. XVII.

En 1769 la Real Audiencia de Aragón reconoció la infanzonía de los Forniés de Selgua, procedentes de Olsón. En un principio se les puso reparo en los datos justificativos de su infanzonía porque en la partida de bautismo de Antonio Forniés y Nasarre ponía Furniás  y no Forniés, lo que se atribuyó a un “defecto puramente material del cura, quien siguiendo sin duda el estilo vulgar de Olsón, que arrima y puede reputarse de Montaña, puso y escribió Furniás por Forniés, debido al acento del país”. El idioma que entonces se calificaba de montaña sería el equivalente a lo que hoy denominamos aragonés.

Más información en el libro Nobiliario de Sobrarbe.

http://gensobrarbe.blogspot.com/2018/11/librerias-en-las-que-se-puede-se-puede.html

martes, 12 de enero de 2021

Apellido y linaje (XLIX). Los FALCETO

 

Piedra armera de los Falceto en Sin


En el año 1360 Bernardo Falceto, de Tella, obtuvo salva de infanzonía. Su casal de origen se encontraba en la aldea de Falceto.

En 1495 los Falceto estaban presentes en las localidades de Bielsa, Castejón de Sobrarbe (aldea de Sarrotila), Olsón (aldea de Jabierre) y Sin. Parece ser que todos ellos eran infanzones y de buen nivel económico. Desde estos pueblos el linaje se expandió por otros próximos.

En 1626 Pedro Falceto, de Castejón de Sobrarbe; Pedro Falceto, de Boltaña; Miguel Falceto, de Escanilla;  y Jusepe Falceto, de Sarsa de Surta, aldea de El Coscollar, asistieron en calidad de infanzones a las Cortes celebradas en Barbastro.

En 1733 Joseph Falceto, de Abizanda, era infanzón. En 1787 hubo diversos infanzones apellidados Falceto, entre ellos Juan Falceto, de Coscojuela de Sobrarbe; Juan Falceto, de Labuerda; Antonio Falceto y Sesé, de Sin; y Antonio Falceto, de Grustán, el cual alegó que su antepasado Gregorio Falceto, de Castejón de Sobrarbe, realizó una prueba de testigos de su infanzonía en 1628.


Los Falceto en el sur de la comarca

Los Falceto residentes en Sarrotila de Castejón, Jabierre de Olsón, Olsón, El Coscollar de Sarsa de Surta, Escanilla, Abizanda, Latorrecilla y Labuerda estuvieron emparentados entre sí. Veamos algunos ejemplos:

·      Gregorio Falceto Domper, natural de Castejón y residente en Escanilla, contrajo matrimonio, en 1610, con Isabel Vital Ballabriga, de El Coscollar, residiendo en ésta última localidad.

·      Jusepe Falceto Miguel, de Escanilla, casó en 1622 con Orosia Castillo Vital, de Castellazo. Fueron a heredar a El Coscollar, a Casa Coronas, por ausencia de hijos del matrimonio anterior.

·      Gregorio Falceto, de El Coscollar, casó en 1622 con María de Arnal, viuda de Antón de Viu. Vivieron en Abizanda.

·      Domingo Falceto, de Jabierre, enlazó, en el último tercio del siglo XVII, con Isabel Palacio, de Olsón, residiendo en la actual Casa Falceto.

·      Bernat Falceto Domper, de Castejón, contrajo matrimonio en 1592 con Gracia Miguel Pérez, de Escanilla, residiendo en la actual Casa Salinas de Escanilla.

·      Bernardo Falceto Miguel, de Escanilla, casó en 1640 con Magdalena Falceto Broto, de Jabierre de Olsón, residiendo en ésta última localidad.

·      Juan Falceto, de Olsón, contrajo matrimonio, en 1753, con Teresa Salamero, de Labuerda, fijando la residencia en la casa natal de la contrayente.

Las casas de mayor nivel económico fueron cambiando de apellido, si bien continuaron celebrando matrimonios entre ellas durante siglos.

Los Falceto en Sin

En 1495 hubo dos familias en Sin con el apellido Falceto. Según el proceso de infanzonía de los Falceto de Barbastro, con origen en Sin, realizado en el siglo XVIII, desde tiempo inmemorial hubo una casa o palacio en Sin, llamada Falceto. “Sobre la puerta tuvo un escudo de armas en piedra, con el campo ocupado por cuatro palos”.

Durante varios siglos estuvieron asentados en Sin los Falceto, emparentando con casas destacadas, de la comarca de Sobrarbe.

Los Falceto llegaron a Barbastro al contraer matrimonio Juan Falceto Escuaín con María Betato, de Pozán, año 1605.

Los Falceto que vivieron en Coscojuela de Sobrarbe tuvieron su origen en Sin: Carlos Falceto Broto, hijo de Tiburcio Falceto y Jusepa de Broto, casó en 1698 con Jusepa de Broto y Bierge, de Coscojuela .

Más información en el libro “Nobiliario de Sobrarbe”.

http://gensobrarbe.blogspot.com/2018/11/librerias-en-las-que-se-puede-se-puede.html

lunes, 20 de enero de 2020

Apellido y linaje (XXXIV). Los CARDIEL



Escudo de los Cardiel de Lamata
En el año 836 aparece documentada la villa llamada Kardelli (Cardiel), situada en Castilla. En el mismo documento se habla de la fundación del Monasterio de San Andrés de Asía (valle de Soba en Cantabria), fundado por el presbítero Kardellus (Cardiel) y sus familiares, los cuales repoblaron el territorio. Del año 1052 data el fuero de Cueva Cardiel, localidad nombrada en aquel año como Cova Cardelli; por tanto, es innegable la equivalencia entre Cardelli y Cardiel.

En el año 1061 vivía el “Senior” Mancio Cardiel en Belarra (Huesca), también conocido como Mancho Cardello o Mancho Cardiello. Cardiel equivale a Cardello-Cardellus y Cardiello.

A continuación reflejo las distintas grafías que fue adoptando la palabra “Cardiel” en la Península Ibérica a lo largo del tiempo (he colocado entre paréntesis el año de la primera mención documental encontrada): Kardelli (836) / Kardellus (836) / Kardella (845) / Cardelli  (851) / Kardelliz (880) / Cardellus (893) / Kardellu (949) / Cardelo (921) / Cardello (949) / Gardeliz (991) / Kardele (1025) / Kardiel (1052) / Gardeleiz (1055) / Kardielle (1058) / Cardil (1058) / Cardele (1060) / Cardiel (1061) / Kardiele (1064) / Gardele (1072).

La palabra Cardiel, y afines, aparece en los documentos medievales del norte de la actual España: León, Cantabria, Navarra, Aragón, Cataluña... En época medieval “Cardiel” fue utilizado unas veces como nombre y otras veces como segundo nombre o apellido.

Cardiel usado como nombre aparece en diversos documentos de los siglos X al XII, principalmente en las provincias de Navarra y Huesca, en la zona norte, ámbito pirenaico. Hubo diversos nobles o “seniores” que se llamaron Cardiel. Este nombre luego pudo ser utilizado como apellido por sus descendientes. Cardiel también se utilizó como “apellido” o segundo nombre entre los siglos X y XII.

Probablemente el apellido Cardiel tenga varios orígenes independientes, tanto de tipo toponímico como patronímico, derivado de Cardius, nombre de persona en época romana.

En la actualidad el topónimo Cardiel se ubica en varias provincias: Huesca, Navarra, Burgos, Ávila, Valladolid y Toledo. Todo parece indicar que estos nombres de lugar contribuyeron a que el apellido se generara en distintos puntos independientes.

En 1194 se documenta “Cardelly de Banasto”, interpretado siglos más tarde por los monjes de San Victorián como “Cardiel de Banastón”.

En 1495 no había representantes del apellido Cardiel en Sobrarbe, aunque sí estaban muy cerca, en Puy de Cinca, donde vivían Antoni y Joan Cardiel. En 1469 eran vecinos de Puy de Cinca Joan Cardiel, jurado, y Jaime Cardiel.

Puy de Cinca fue el punto de partida y expansión de todos los Cardiel habidos en Sobrarbe.

Los Cardiel de Lamata

En el año 1720 se realizó una prueba de testigos referente a la infanzonía de los Cardiel de Lamata. El documento en cuestión comienza diciendo que es una “copia del proceso original hecho a Juan Plana, alcalde y juez de Puy de Cinca, a instancia de Joseph Cardiel domiciliado y habitante en Lamata”.

Compareció Joseph Cardiel, de Lamata, “exponente”. Mandó hacer este proceso “para que la verdad permanezca en lo venidero”. Dicho Joseph Cardiel dijo:

En Puy de Cinca ha habido y hay una familia de infanzones muy antigua y principal de renombre y apellido de CARDIEL. De tiempo inmemorial todos los apellidos y poseedores del casal, ascendientes y descendientes de dicha familia de Cardiel  por línea recta más colínea transversal y colateral han sido y son hijos dalgo notorios y han gozado de su hidalguía en la conformidad y de la manera reglamentaria y en verificación de ello el año 1657, a 18  de mayo, en la ciudad de Zaragoza, a instancia y mediante procurador de Joseph Cardiel -primero de este nombre-, infanzón domiciliado en el lugar de Puy de Cinca, le fue concedida firma de infanzonía por el señor Justicia de Aragón.

Desde Puy de Cinca el linaje dimanó a Olsón, y desde Olsón a Lamata. A partir de Casa Cardiel de Lamata se expandió por otras localidades como Salinas de Hoz, Morillo de Tou, Naval, Ministirio, Besians, El Pueyo de Araguás, Abizanda, Barcelona, Las Toscas (República Argentina) y Ejea de los Caballeros.

Las casas llamadas Cardiel en los pueblos de Puy de Cinca, Olsón, Lamata, Salinas de Hoz, Morillo de Tou y Ministirio, estuvieron directamente relacionadas y emparentadas. De todas ellas, sólo en casa Cardiel de Lamata y en casa Cardiel de Salinas de Hoz se conserva el apellido en la actualidad.

Más información en el libro “Nobiliario de Sobrarbe”.

 

martes, 15 de marzo de 2016

“Han recorrido ustedes la zona peor de la provincia y, seguramente, de España”. Erípol, Olsón, Mondot..., año 1952


Olsón
La comarca de Sobrarbe padeció durante siglos un tratamiento que podríamos calificar de colonial. En el siglo XX, en este territorio, se realizaron infraestructuras hidroeléctricas con las cuales llevaron la electricidad a grandes ciudades como Barcelona y Bilbao. Se construyeron grandes embalses para regar el sur de la provincia de Huesca. No se realizó ningún plan de restitución territorial y se incentivó el abandono de los pueblos.

A partir de los años 70, cuando el desastre humano sobre el territorio era terrible, las cosas comenzaron a cambiar y se fueron imponiendo criterios de reequilibrio territorial.

En el año 1952 la situación era muy mala. Prueba de ello es este escrito realizado a instancia de los poderes políticos provinciales. En el periódico “Nueva España” se daba cuenta de la visita del gobernador civil a la “zona más agreste de Sobrarbe”. En un extenso artículo se dio cuenta de los actos realizados en los distintos pueblos visitados. Veamos parte del contenido de dicho artículo:

En el partido de Boltaña, con sus aproximadamente sesenta kilómetros cuadrados de extensión, es sin duda alguna el peor comunicado, entre sí, en general, de los nueve que componen nuestra provincia. La inmensa montaña de Sobrarbe aloja, colgados en sus picos, una gran cantidad de pueblos, pequeñas y diminutas aldeas. Agrupaciones en su mayoría sin comunicación alguna trazada por la mano del hombre y sin más conocimiento de las modernas conquistas de la civilización que las que le llega a través de la prensa, los mozos que regresan de cumplir su servicio militar, los curas y maestros -misioneros beneméritos ambos en aquellas serranías- de alguna muchacha que fue a servir a Barcelona o Zaragoza. Para encontrar una instalación de alumbrado eléctrico hay que recorrer frecuentemente a caballo, o a pie, cuando la cabalgadura falta, jornadas interminables de sol a sol, interminables en el tiempo y dolorosas por pesadas en el espacio. Es frecuente encontrarse en trayectos de pueblo a pueblo sin vestigio alguno de pisadas humanas. El conocimiento de que vive alguien se desprende de la observación de tierras cultivadas. Así, pues, nadie que no sea nativo puede trasladarse de un lugar de éstos a otro por una línea señalada de antemano. Se nos imagina que las sendas las deben llevar y las llevan, qué duda cabe, en su imaginación y en la costumbre: un pino determinado, una roca de características especiales, aquella mata baja, el otro corro de romeros y el arroyuelo aquel, les indican que por allí pasaron muchas veces sus padres, que por allí han pasado ellos en mil ocasiones y que por allí depende pasar ahora. La brava y soberbia orografía del no menos reino de Sobrarbe, no permitió, al parecer, que en sus rocas –pues eso son en gran parte los caminos- quedara marcada huella de pie o de herradura. Y nadie se eche las manos a la cabeza y piense que exageramos, que mentimos tal vez. Seguramente serán muchos los vecinos de Huesca que por haber visitado algunas de las zonas que más adelante se citan, avalarán la verdad de nuestra información. Sin ir más lejos, ayer mismo saludamos en la capital al alcalde de Labuerda quién nos manifestó que nunca creyeron que el gobernador pudiera en modo alguno terminar con éxito su plan de visita. “Han recorrido ustedes –nos dijo- la zona peor de la provincia y, seguramente, de España. Lo es tanto que nosotros mismos lo pensamos mucho antes de iniciar un viaje de esa naturaleza, y lo hacemos dos o tres veces en la vida, ha de ser por necesidad imperiosa, y desde luego aguardando a que el tiempo escampe, en modo alguno nos embarcamos por esas rutas con las tronadas que ustedes han sufrido”.

Y de lo arisco de la ruta, no es lo peor la tierra firme. Lo malo, lo verdaderamente grave son los barrancos, esos accidentes del terreno completamente irregulares en sus lechos y en sus trazados, abiertos en las montañas y en los valles por la misma fuerza de las aguas de aluvión. De ordinario secos o poco caudalosos, los días 4, 5 y 6 ofrecían aspecto impresionante. En una palabra, bajaban “gordos” –según la expresión de los naturales-, como pocas veces habían visto. Uno de ellos, el Isola, presentaba cariz tal que las bestias se negaban a vadearlo, y los mozos hubieron de emplear toda su energía para hacerlas cruzar tirando ellos del ramal y con agua al pecho.

Cierto que no todos los caminos son pésimos, algunos hay hasta cómodos, hábiles incluso para coches cuando no llueve; la pista de varios kilómetros de longitud ejecutada por doce vecinos heroicos de Mondot, que enlaza su pueblo con la carretera de Arcusa, es un ejemplo muy digno de destacar el loor de los laboriosos montañeses que la construyeron. Pues bien, a través de esta teoría de piedras y pedruscos, ontinas y romeros, barrancos y ríos, y bajo tormentas impresionantes, cabalgó el jefe provincial del Movimiento en compañía del Presidente de la Diputación, del inspector provincial del Movimiento –éste el primer día nada más-, de los delegados del Frente de Juventudes, Vieja Guardia, ex Combatientes, diputado provincial por Boltaña, inspector de la zona camarada Ibarra y este periodista, por espacio de dos días y medio y en jornadas de 8:30 de la mañana a 10 de la noche con las consiguientes intermitencias de los pueblos que visitaba y que más adelante citaremos, donde pronunció discursos, dio alientos, se interesó por los problemas locales, en su afán de conocer la provincia y para cumplir la promesa hecha a las autoridades de aquellas aldeas de visitar a sus moradores en sus propios hogares… (continuará)

 

domingo, 14 de febrero de 2016

Bonito aljibe en Olsón


Vista exterior del aljibe
 

Agua en el aljibe abovedado
 

Varios peldaños de escalera.
No se observan bien debido a los reflejos y la turbidez del agua
 
Este aljibe se encuentra en el barrio de Samper. Es propiedad de Casa Cardiel de Olsón, si bien sobre él hay una construcción perteneciente a Casa Larriero. Está excavado en la roca y dispone de unas escaleras para acceder mejor al agua cuando ésta va bajando de nivel. El techo es abovedado. El aljibe se alimentaba a partir del agua de lluvia que discurría por las leneras que conformaban la calle, ahora encementada. Parece ser que el agua se utilizaba para regar.

Recuerdo que de pequeños, cuando íbamos a ver a los familiares de Olsón, teníamos algo de miedo a estos aljibes que entonces llamábamos pozos. Los padres siempre nos advertían de lo peligrosos que eran y que un niño de Olsón había caído en uno de ellos. Conforme pasan los años todo se ve diferente.

viernes, 29 de enero de 2016

Retratos de mujeres de Sobrarbe, siglo XX

Dicen que la cara es el espejo del alma. Aquí tenemos unos cuantos “espejos” de mujeres de Sobrarbe, la mayoría de Abizanda, aunque también las hay de otras localidades como Escanilla, Lamata, Ligüerre de Cinca, Olsón y Bárcabo. Sirvan estas imágenes como un homenaje hacia ellas, las grandes olvidadas de la historia.

 








 
 







 
 

 


 

















 
 

 
 

 
 

 
 




 
 

 
 

 
 

 
 




 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 




 
 

 
 

 
 




 
 
 



 

miércoles, 13 de enero de 2016

Inauguración de los Teleclubs de Olsón y Lamata, año 1966


Año 1966. Primera televisión en Lamata, en el teleclub. Aparecen en la foto, de izquierda a derecha, y de arriba abajo: José María Palacio, José Cardiel y Joaquín Pardina
 
El Teleclub de Lamata lo recuerdo asociado a mis primeros años de vida. Era la única televisión del pueblo. Allí íbamos a ver dibujos animados y a los hermanos Mala Sombra, que parece ser eran malos de verdad…, y por la noche a ver a Aguilé, que cantaba aquello de “Es una lata el trabajar porque todos los días pronto te tienes que levantar. A pesar de ello, doy gracias a Dios, la vida pasa felizmente si hay amor…”  La televisión era una excusa para reunirse los vecinos y charlar. Me acuerdo de la muerte de Franco y la toma de posesión del Rey Juan Carlos, que despertó mucha expectación. Años más tarde llegaron las televisiones particulares y todo cambió. Hasta se "transformó" por dos días el Teleclub en “Pub”, con pintadas en las paredes, ya llegados los años ochenta, algo que fue muy comentado en el pueblo, inconcebible en Lamata, localidad tan tradicional y conservadora en aquellos tiempos…En fin, recuerdos de la España en blanco y negro, de personas singulares que algunas ya no están entre nosotros.

En el diario “Nueva España”, de Huesca, apareció el día 26 de noviembre del año 1966 la siguiente noticia:

El día 24 se inauguraron los teleclubs de las localidades de Olsón y Lamata. Los actos fueron presididos por el ilustrísimo señor delegado provincial de Información y Turismo, que ostentaba la representación del excelentísimo señor gobernador civil presidente de la Comisión Provincial de Información y Turismo y Educación Popular, organismo que gestiona ante el Ministerio de Información y Turismo la constitución de Teleclubs en la provincia.

En Olsón, tras la bendición del local por el señor cura párroco, pronunció unas palabras de bienvenida y gratitud la señorita María Esther Betanzos Millán, maestra nacional, designada como monitor del Teleclub, cerrando el acto el señor Rodríguez Arbeloa, quien bosquejó la estructura del plan nacional de Teleclubs, así como la proyección de éste en la provincia.

En Lamata se siguió este mismo orden, interviniendo la señorita María Pilar Solanilla, maestra nacional, designada monitor.

Estas dos inauguraciones se suman a la celebrada la semana pasada en Banastón, a las que se unirán, en fecha próxima, análogas inauguraciones en Buerba, Sandiniés y Villanova.