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viernes, 18 de septiembre de 2020

Apellido y linaje (XLV). Los COSCULLUELA

 

Armas de los Cosculluela
Escudo de los Cosculluela

En 1495 el apellido toponímico Cosculluela (aparece incorrectamente como Coscoluela en el censo de dicho año) estaba presente en diversos pueblos de la mitad sur de Sobrarbe, en las localidades de Banastón, Buil, Castejón de Sobrarbe, Coscojuela de Sobrarbe, Charo, Lamata, Muro de Roda y Sarsa de Surta. Se observa que el origen del apellido está en el pueblo de Coscojuela (o Coscujuela) de Sobrarbe, antiguamente denominado Cosculluela de Tou.

En Castejón de Sobrarbe, en los siglos XV, XVI y primera mitad del XVII, hubo una rica y prestigiosa familia que tuvo el apellido Cosculluela. Todo apunta a que vivieron en la casa que en la actualidad se llama Alastrué. Antón Cosculluela y Falceto obtuvo firma de infanzonía en 1553, ante la Real Audiencia de Aragón. Un personaje relevante de la familia fue micer Antonio Cosculluela, hijo de Antón y de María Sampietro, doctor en Derecho Civil y catedrático en Huesca, donde fijó su domicilio. Micer Antonio fundó un beneficio en la iglesia de Castejón de Sobrarbe, en la capilla de San Juan. Desde Castejón el linaje dimanó hacia Graus, y de Graus a Tauste; éstos ganaron firma de infanzonía en 1686.

En Lamata, en el siglo XVI, hubo dos familias apellidadas Cosculluela que no tenían parentesco conocido. La presencia de los Cosculluela es muy antigua puesto que en 1390 García Cosculluela era vecino del pueblo. Los Cosculluela más antiguos vivieron en la casa que ahora se llama Bestué. La actual Casa Cosculluela fue fundada en el siglo XVI por un zapatero y un clérigo que, parece ser, eran naturales de Castejón de Sobrarbe.

Desde Lamata el linaje dimanó a otras localidades próximas: Buil, Charo (1630), Gerbe, Casas de La Selva de Clamosa (1723), Palo (1757), Casas de Escapa (1818) y Barbastro (1864).

En 1626 asistieron a las Cortes celebradas en Barbastro, en calidad de infanzones:

·      Antón Cosculluela, de Castejón de Sobrarbe, que presentó una ejecutoria ganada por su bisabuelo.

·      Joan, Miguel y Antón Cosculluela, de Lamata.

·      Juan de Cosculluela, de Santa María de La Nuez.

En 1787 había muchos infanzones apellidados Cosculluela, entre ellos:

·      Carlos Cosculluela, de Santa María de Buil.

·      Joaquín Cosculluela, de Muro de Roda.

·      Joaquín Cosculluela, de Palo. Presentó copia de firma ganada por Marco Cosculluela y otros, de Buil.

·      Joaquín Cosculluela, de Tierrantona, descendiente de los Cosculluela del lugar de Charo, que obtuvieron privilegio de infanzonía.

·      Pedro Cosculluela, de Toledo de Lanata, natural de Palo, reconocido infanzón por los vecinos de este lugar.

·      Joaquín Cosculluela, de Toledo de Lanata, natural de Muro de Roda, con privilegio del año 1672.

·      Josef Cosculluela, de El Pueyo de Araguás.

·      Joseph Cosculluela, de Charo. Posesión de firma de infanzonía.

·      Joseph Cosculluela, de Lamata.

Escudo de los Cosculluela

Según el Manuscrito 11314 de la Biblioteca Nacional, el escudo de los Cosculluela es escarcelado: 1º y 3º, de oro, león de gules, 2º y 3º, de oro, roble sinople sumado de cruz de gules.

Más información en el libro “Nobiliario de Sobrarbe”.

http://gensobrarbe.blogspot.com/2018/11/librerias-en-las-que-se-puede-se-puede.html



 

domingo, 19 de julio de 2020

Apellido y linaje (XLIII). Los CLEMENTE – CLIMENT – CLEMIENT – CLIMIENT – CLIMENTE


 
En 1495 los Climent estaban presentes en las localidades de Bestué, Bielsa (en dos casas), Fanlo (en dos casas) y Lecina. A partir de estos pueblos se produjo la expansión del apellido.

En 1524 Pedro Climent, notario, vivía en Bestué. En el siglo XVI desarrollaron su actividad al menos dos notarios llamados Pedro Climente, residentes en Bestué. Hay constancia de sus protocolos notariales entre los años 1524 y 1572. Heredó el oficio Miguel de Morillo, casado con una hija del notario Pedro Climente.

En 1525 Mateu Clemient, herrero, residía en Lamata. En la primera mitad del siglo XVI Mateu Climent ejerció de prestamista, además de su profesión de herrero.

En el año 1630 se inició un proceso de infanzonía en favor de Vicencio Climent y Francisco Luis Climent, tío y sobrino, vecinos de Huesca. Según sus testimonios, en 1360 el rey Pedro IV de Aragón concedió el título de infanzón a Guillen Climent, vecino de Nerín, del valle de Vió. El origen del linaje estuvo en Nerín, si bien en 1630, en este pueblo, sólo quedaban paredes y vestigios de lo que fue el casal o palacio de los Climente. Se conservaba en la memoria de los vecinos del pueblo que la casa estaba situada al suelo del lugar y limitaba con casa de Pedro Esquein, vía pública y plaza común del concejo. Después del año 1452 mudaron su domicilio desde Nerín a otras partes. En el documento se utiliza indistintamente Climent, Clement y Climente, que son lo mismo.

Según este proceso, los Climente de Lamata eran originarios de Nerín, y en Lamata habían ejercido oficios de infanzones, tales como jurado del concejo; en realidad, lo más probable es que hubieran llegado desde Bielsa, de ahí las características del primer cuartel de su escudo. En la iglesia se sentaban en los asientos destinados a los infanzones e hidalgos del lugar. Los Climent de Huesca también ejercieron los cargos de justicia y jurado, y otros, en el concejo de Huesca. 

Resulta razonable pensar que los Climent de Huesca y Lamata fueran parientes. En 1626 figuraba como infanzón Luis Clemente, de Lamata.

Desde Lamata los Clemente se expandieron hacia otros pueblos como Sarsa de Surta (año 1831), Abizanda, Ejep (1848), Castejón de Sobrarbe (1877) y Olsón (1883).

Más información en el libro “Nobiliario de Sobrarbe”.

 

lunes, 20 de enero de 2020

Apellido y linaje (XXXIV). Los CARDIEL



Escudo de los Cardiel de Lamata
En el año 836 aparece documentada la villa llamada Kardelli (Cardiel), situada en Castilla. En el mismo documento se habla de la fundación del Monasterio de San Andrés de Asía (valle de Soba en Cantabria), fundado por el presbítero Kardellus (Cardiel) y sus familiares, los cuales repoblaron el territorio. Del año 1052 data el fuero de Cueva Cardiel, localidad nombrada en aquel año como Cova Cardelli; por tanto, es innegable la equivalencia entre Cardelli y Cardiel.

En el año 1061 vivía el “Senior” Mancio Cardiel en Belarra (Huesca), también conocido como Mancho Cardello o Mancho Cardiello. Cardiel equivale a Cardello-Cardellus y Cardiello.

A continuación reflejo las distintas grafías que fue adoptando la palabra “Cardiel” en la Península Ibérica a lo largo del tiempo (he colocado entre paréntesis el año de la primera mención documental encontrada): Kardelli (836) / Kardellus (836) / Kardella (845) / Cardelli  (851) / Kardelliz (880) / Cardellus (893) / Kardellu (949) / Cardelo (921) / Cardello (949) / Gardeliz (991) / Kardele (1025) / Kardiel (1052) / Gardeleiz (1055) / Kardielle (1058) / Cardil (1058) / Cardele (1060) / Cardiel (1061) / Kardiele (1064) / Gardele (1072).

La palabra Cardiel, y afines, aparece en los documentos medievales del norte de la actual España: León, Cantabria, Navarra, Aragón, Cataluña... En época medieval “Cardiel” fue utilizado unas veces como nombre y otras veces como segundo nombre o apellido.

Cardiel usado como nombre aparece en diversos documentos de los siglos X al XII, principalmente en las provincias de Navarra y Huesca, en la zona norte, ámbito pirenaico. Hubo diversos nobles o “seniores” que se llamaron Cardiel. Este nombre luego pudo ser utilizado como apellido por sus descendientes. Cardiel también se utilizó como “apellido” o segundo nombre entre los siglos X y XII.

Probablemente el apellido Cardiel tenga varios orígenes independientes, tanto de tipo toponímico como patronímico, derivado de Cardius, nombre de persona en época romana.

En la actualidad el topónimo Cardiel se ubica en varias provincias: Huesca, Navarra, Burgos, Ávila, Valladolid y Toledo. Todo parece indicar que estos nombres de lugar contribuyeron a que el apellido se generara en distintos puntos independientes.

En 1194 se documenta “Cardelly de Banasto”, interpretado siglos más tarde por los monjes de San Victorián como “Cardiel de Banastón”.

En 1495 no había representantes del apellido Cardiel en Sobrarbe, aunque sí estaban muy cerca, en Puy de Cinca, donde vivían Antoni y Joan Cardiel. En 1469 eran vecinos de Puy de Cinca Joan Cardiel, jurado, y Jaime Cardiel.

Puy de Cinca fue el punto de partida y expansión de todos los Cardiel habidos en Sobrarbe.

Los Cardiel de Lamata

En el año 1720 se realizó una prueba de testigos referente a la infanzonía de los Cardiel de Lamata. El documento en cuestión comienza diciendo que es una “copia del proceso original hecho a Juan Plana, alcalde y juez de Puy de Cinca, a instancia de Joseph Cardiel domiciliado y habitante en Lamata”.

Compareció Joseph Cardiel, de Lamata, “exponente”. Mandó hacer este proceso “para que la verdad permanezca en lo venidero”. Dicho Joseph Cardiel dijo:

En Puy de Cinca ha habido y hay una familia de infanzones muy antigua y principal de renombre y apellido de CARDIEL. De tiempo inmemorial todos los apellidos y poseedores del casal, ascendientes y descendientes de dicha familia de Cardiel  por línea recta más colínea transversal y colateral han sido y son hijos dalgo notorios y han gozado de su hidalguía en la conformidad y de la manera reglamentaria y en verificación de ello el año 1657, a 18  de mayo, en la ciudad de Zaragoza, a instancia y mediante procurador de Joseph Cardiel -primero de este nombre-, infanzón domiciliado en el lugar de Puy de Cinca, le fue concedida firma de infanzonía por el señor Justicia de Aragón.

Desde Puy de Cinca el linaje dimanó a Olsón, y desde Olsón a Lamata. A partir de Casa Cardiel de Lamata se expandió por otras localidades como Salinas de Hoz, Morillo de Tou, Naval, Ministirio, Besians, El Pueyo de Araguás, Abizanda, Barcelona, Las Toscas (República Argentina) y Ejea de los Caballeros.

Las casas llamadas Cardiel en los pueblos de Puy de Cinca, Olsón, Lamata, Salinas de Hoz, Morillo de Tou y Ministirio, estuvieron directamente relacionadas y emparentadas. De todas ellas, sólo en casa Cardiel de Lamata y en casa Cardiel de Salinas de Hoz se conserva el apellido en la actualidad.

Más información en el libro “Nobiliario de Sobrarbe”.

 

lunes, 25 de febrero de 2019

Apellido y linaje (X). LOS BALLABRIGA – VALLABRIGA


Escudo de los Ballabriga - Vallabriga, en Lapenilla, siglo XVII
 
En la provincia de Huesca hay dos pequeñas localidades llamadas Ballabriga, una de ellas en La Ribagorza (término municipal de Veracruz, con muy escasa población) y otra en el extremo norte del Somontano, en el antiguo municipio de Rodellar (Pardina de Ballabriga) hace tiempo deshabitada. Parece ser que en estos dos núcleos está el origen del apellido.
En época medieval el apellido comenzó a expandirse por Sobrarbe y Ribagorza. Supuestamente, en el año 1327 “su majestad el rey D. Pedro (?)” concedió el título de infanzón a Joan de Ballabriga, habitante en Coscojuela de Sobrarbe. Otra firma titular de infanzonía la ganó en 1498 Joan de Ballabriga, descendiente del anterior, vecino del mismo pueblo, el cual era hijo de García Ballabriga, nieto de García Ballabriga. En 1486 obtuvo firma de infanzonía Ramón de Ballabriga, vecino de Fraga, supuestamente descendiente de Coscojuela de Sobrarbe. Joan de Ballabriga, vecino de Aínsa, infanzón, procedía de Coscojuela de Sobrarbe.
En el año 1495 los Ballabriga ya se habían expandido por la provincia de Huesca puesto que aparecen censados al menos 14 cabezas de familia apellidados Ballabriga o Vallabriga, cinco de ellos en Sobrarbe, en los concejos de Castejón, Coscojuela, Aínsa y Olsón. El resto vivían en otras localidades de la provincia.
A finales del S.XVI y principios del XVII el linaje experimentó la máxima expansión en el sur de Sobrarbe. Había “Ballabrigas” en muchas localidades: Coscojuela, Castejón, Buil (Coronillas), Olsón (Jabierre, La Almunia), Lamata, Arcusa y Sarsa de Surta. Quizá los más destacados fueran los de Coscojuela de Sobrarbe puesto que allí hubo clérigos y notarios, teniendo la casa un alto nivel económico. También tuvieron buena posición los Ballabriga de Jabierre de Olsón, emparentados con los Mora de Seira, los Juste de Arcusa, los Maça de Abizanda, los López de Mediano y los Sánchez de Coscojuela de Sobrarbe, éstos últimos eran notarios.

En 1582 Joan de Ballabriga, de Castejón, era tenido por infanzón. Joan era hijo de Pedro y nieto de García Ballabriga y Francisca Castillo.

En 1626 asistieron diversos infanzones apellidados Ballabriga a las Cortes celebradas en Barbastro: Domingo Ballabriga (Lamata), Joan de Vallabriga (Lamata), Juan Ballabriga (Montesa), Francisco Ballabriga (Monzón, hijo de Pedro, señor territorial de La Mengrana), Joan Ballabriga (Paúl), Martín Ballabriga (Pozán de Vero), Gerónimo Ballabriga (Pozán de Vero), Nadal Ballabriga (Pozán de Vero), Francisco Vallabriga (Pozán de Vero), Antón Ballabriga (Salinas de Hoz), Joan de Vallabriga (Salinas), Domingo Ballabriga (Salinas), Cosme Vallabriga (Salinas) y Pedro Ballabriga (Salinas). Desde Sobrarbe sólo hubo representantes de Lamata, con casal de origen en Jabierre de Olsón; el linaje estaba retrocediendo con rapidez en la comarca. No obstante, se propagó por el Somontano de Barbastro.

Luis de Vallabriga y Rozas, que fue teniente general de la Armada, en su expediente de ingreso como caballero de la Orden de Santiago se indica que el origen de la nobleza de su linaje estaba en Cosculluela de Tou (Coscojuela de Sobrarbe). Su escudo hace referencia a los linajes Vallabriga y Rozas; era cuartelado, 1º y 4º, de azur, una torre de plata, y rodeando la torre siete estrellas de oro, tres a cada lado y una encima, y al pie de la torre una estrella idéntica, pero de mayor tamaño que las anteriores. 2º y 3º, de gules, un árbol de sinople con un león de plata empinado a él.

Para más información consultar en el libro Nobiliario de Sobrarbe.

viernes, 29 de enero de 2016

Retratos de mujeres de Sobrarbe, siglo XX

Dicen que la cara es el espejo del alma. Aquí tenemos unos cuantos “espejos” de mujeres de Sobrarbe, la mayoría de Abizanda, aunque también las hay de otras localidades como Escanilla, Lamata, Ligüerre de Cinca, Olsón y Bárcabo. Sirvan estas imágenes como un homenaje hacia ellas, las grandes olvidadas de la historia.

 








 
 







 
 

 


 

















 
 

 
 

 
 

 
 




 
 

 
 

 
 

 
 




 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 




 
 

 
 

 
 




 
 
 



 

miércoles, 13 de enero de 2016

Inauguración de los Teleclubs de Olsón y Lamata, año 1966


Año 1966. Primera televisión en Lamata, en el teleclub. Aparecen en la foto, de izquierda a derecha, y de arriba abajo: José María Palacio, José Cardiel y Joaquín Pardina
 
El Teleclub de Lamata lo recuerdo asociado a mis primeros años de vida. Era la única televisión del pueblo. Allí íbamos a ver dibujos animados y a los hermanos Mala Sombra, que parece ser eran malos de verdad…, y por la noche a ver a Aguilé, que cantaba aquello de “Es una lata el trabajar porque todos los días pronto te tienes que levantar. A pesar de ello, doy gracias a Dios, la vida pasa felizmente si hay amor…”  La televisión era una excusa para reunirse los vecinos y charlar. Me acuerdo de la muerte de Franco y la toma de posesión del Rey Juan Carlos, que despertó mucha expectación. Años más tarde llegaron las televisiones particulares y todo cambió. Hasta se "transformó" por dos días el Teleclub en “Pub”, con pintadas en las paredes, ya llegados los años ochenta, algo que fue muy comentado en el pueblo, inconcebible en Lamata, localidad tan tradicional y conservadora en aquellos tiempos…En fin, recuerdos de la España en blanco y negro, de personas singulares que algunas ya no están entre nosotros.

En el diario “Nueva España”, de Huesca, apareció el día 26 de noviembre del año 1966 la siguiente noticia:

El día 24 se inauguraron los teleclubs de las localidades de Olsón y Lamata. Los actos fueron presididos por el ilustrísimo señor delegado provincial de Información y Turismo, que ostentaba la representación del excelentísimo señor gobernador civil presidente de la Comisión Provincial de Información y Turismo y Educación Popular, organismo que gestiona ante el Ministerio de Información y Turismo la constitución de Teleclubs en la provincia.

En Olsón, tras la bendición del local por el señor cura párroco, pronunció unas palabras de bienvenida y gratitud la señorita María Esther Betanzos Millán, maestra nacional, designada como monitor del Teleclub, cerrando el acto el señor Rodríguez Arbeloa, quien bosquejó la estructura del plan nacional de Teleclubs, así como la proyección de éste en la provincia.

En Lamata se siguió este mismo orden, interviniendo la señorita María Pilar Solanilla, maestra nacional, designada monitor.

Estas dos inauguraciones se suman a la celebrada la semana pasada en Banastón, a las que se unirán, en fecha próxima, análogas inauguraciones en Buerba, Sandiniés y Villanova.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Ramón Cardiel, de Ministirio (Muro de Roda)

Calentador de cama

Tan apenas me acuerdo de mi tío Ramón, de Ministirio, ni siquiera recuerdo su imagen. Yo era muy pequeño; creo que no llegaba a los cinco años de vida. Eran tiempos muy diferentes a los actuales. En mi pueblo no había luz, ni agua corriente, ni teléfono… Por suerte cada casa tenía su pozo de agua, algo que los mayores consideraban un lujo. En casa también disponíamos de retrete seco, realizado en el año 1929. No había calefacción y los inviernos solían ser duros, con hielo y nieve. Cuando íbamos a dormir se pasaba por la cama un calentador de cobre que calentaba las sábanas, si bien con el paso de las horas el frío se hacía más patente, eliminado a base de muchas mantas. Con el frío, a veces, surgían los sabañones, generalmente en los dedos de los pies o en las orejas.

El tío Ramón era un familiar lejano. Un antepasado suyo había nacido en la casa de mi familia. Venía algún día a trabajar como jornalero y se quedaba a dormir. Por la noche, junto al fuego del hogar nos recitaba la atrayente historieta de la raboseta. La repetía varias veces porque veía que nos hacía gracia. Tanto fue así que se me quedó grabada. Era más o menos de esta manera:

·      ¿Dónde está la raboseta?

·      Detrás de la mateta

·      ¿Dónde está la mateta?

·      El fuego la ha cremau

·      ¿Dónde está el fuego?

·      El agua lo ha apagau

·      ¿Dónde está el agua?

·      Las gallinas se la han bebido

·      ¿Dónde están las gallinas?

·      A poner huevos

·      ¿Dónde están los huevos?

·      El cura se los ha comido

·      ¿Dónde está el cura?

·      A decir misa

·      ¿Dónde está la misa?

·      Detrás del altar

·      ¿Dónde está el altar?

·      Véstelo a mirar.

Lo que más me llamó la atención del tío Ramón fue su remedio para eliminar los sabañones: untarlos con orina. Nunca lo probé, me resultaba bastante repelente la idea…

jueves, 29 de octubre de 2015

Mano de obra barata; aprendiz de herrero en Lamata


Hoy nos trasladamos al año 1559. Jaime Castán era hijo legítimo y natural de los difuntos Antón Castán, herrero, y Madalena de Sin, cónyuges habitantes que fueron en el lugar de Mediano. En la localidad de Lamata vivía Mateu Climente, herrero, tío suyo. Jaime Castán realizó un convenio con su tío Mateu Climente, por el cual ejercería durante cuatro años como mozo y aprendiz del oficio de herrero, comenzando a contar el tiempo desde el día de San Joan del año 1559. En esos cuatro años al aprendiz se le tendría que dar de comer, beber, calzar, vestir y alojamiento. Además recibiría cada año una camisa nueva, excepto el último año en el que se le habrían de dar dos camisas y además ropa de vestir nueva de paño de casa. El aprendiz se comprometió a desempeñar su labor lo mejor posible y a no irse de la casa sin licencia de Mateu Climente. Fueron testigos del acto notarial los magníficos Joan de Monclús y Pedro de Torres, habitantes en el lugar de Lamata.

martes, 11 de agosto de 2015

ECOS PROVINCIALES. LAMATA. Las fiestas


 
En “EL DIARIO DE HUESCA” fue publicado en el año 1935 un curioso artículo referente a las fiestas en la localidad de Lamata. Los tiempos van cambiando a un ritmo acelerado, incluso en la forma de ser y pensar de la sociedad. Lo que era políticamente correcto en 1935 ya no lo es en el 2015. Ha habido cambios positivos y negativos. Ya me gustaría que en la actualidad Lamata y los pueblos de alrededor tuvieran la vitalidad de 1935. A continuación publico el contenido del citado artículo:
 
Día del Rosario. Tiempo inmejorable; fuerte volteo de campanas se oye: es la víspera anunciando este gran día en que Lamata celebra sus fiestas. Llega la música y, anochecido, un alborozo callejero se apodera de todo el pueblo, cantándose jotas alusivas al acto.
El día 6 se celebran, por la mañana, solemnes actos religiosos, en los que ofició don Jaime Puicercús, culto párroco de Ligüerri del Cinca, por ausencia de nuestro párroco don Tomás Lorés, quien tan pronto como pudo vino a dar realce a los actos festivos con su característica simpatía.
Apenas terminados estos actos, este rincón de Aragón y flor de Sobrarbe, se ve invadido por numeroso gentío de pueblos cercanos, envuelto en una alegría y dispuesto a agrandar con su presencia los festejos.
Estos han sido múltiples y variados, pues ha habido para todos los gustos, reinando en todo momento una armonía y cordura.
La juventud no pudo inhibirse (imposible), ante los gratos y variadísimos bailables que, bajo los acordes de la música que interpretaba la renombrada orquesta de Naval, que tan acertadamente dirige don Sebastián Villar, se le brindaba. Diarias y nocturnas fueron las sesiones de culto a Terpsícore, derrochando alegría en extremo, ya que a ello invitaban la belleza y simpatía de Consuelo Olivera, de Suelbes; Gabina Buil, de Hospitalet; Mercedes Clemente, de Castejón de Sobrarbe; María Juste, de Ligüerri; María Casares, de Erípol; María Raso, Águeda y Pilar Clemente, Pilar Bistué, Asunción Rámiz, Carmen Solanilla, María Puyarruego, Ascensión Solano, de Lamata, y hermanas Pilar, Rosalía y Ángela Pardina, que por enfermedad de su querido padre, ya mejorado, no pudieron participar, con mucho sentimiento del sexo fuerte, en estos actos.
Muy grato nos es haber podido presenciar a Lamata en fiestas, ya que ha quedado bien probado su desprendimiento con quien le visita y la simpatía que le caracteriza.
 
SANTOS BOÓ, 12-10-1935